En un análisis reciente del histórico apretón de manos entre el presidente Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin, la experta en lenguaje corporal Patty Ann Wood compartió sus ideas y enfatizó la dinámica subyacente de su interacción. Según Wood, el apretón de manos se caracterizó por el calor, pero también ilustró la percepción de Trump del dominio de Putin, como lo demuestra la forma en que colocó su palma, para que Putin pudiera colocar su palma en la parte superior.
Wood describió la actitud de Trump durante el apretón de manos como un indicativo de confianza. De pie con los hombros y una sonrisa auténtica, aunque con rincones algo recuperados, Trump parecía estar cómodo y ansioso por anticipar la reunión. Esta actitud se observó como inusualmente vertical, por lo que puede indicarse sobre el uso de una forma de ropa interior para mejorar su apariencia.
El experto también enfatizó el enfoque respetuoso de Trump a Putin y notó que aplaudió ligeramente a medida que se acercaba el presidente ruso. Este gesto, en combinación con un paso adelante, fue visto como una representación típica de la reverencia de Trump, que generalmente prefiere el dominio colocando su mano encima durante tales intercambios.
A pesar de presentar su mano en una orientación subordinada, Trump utilizó efectivamente una maniobra característica al mantener el apretón de manos apretado en su cuerpo medio, creando una atracción que sugirió una declaración de poder subyacente. Ambos líderes mantuvieron el contacto visual durante la interacción, sonriendo de una manera que transmitió el calor y trajo respeto con un sentido de autoridad.
El análisis continuó en el lenguaje corporal de Putin, que parecía lejos de ser frío o sin interés. Sorprendentemente, estaba sonriendo mientras miraba por la ventana de la limusina de Trump, lo que sugiere un nivel de comodidad en el entorno. Esta relación permaneció cuando tuvieron lugar para las discusiones, con ambos líderes que intercambiaron sonrisas, que fortalecieron un tono de CameradsChap.
CNN ofreció un contexto adicional con respecto a la actitud típica de Putin en tales instituciones, y declaró que los presidentes estadounidenses anteriores han notado su desinterés, a menudo manifestado por una actitud de hablar. Durante esta reunión, sin embargo, Putin estaba hacia adelante en su silla, con las manos sujetadas, señalando la atención y el compromiso cuando las cámaras grabaron el momento en medio de preguntas sin respuesta de la prensa.
En general, el análisis señaló una interacción versátil que enfatizó la compleja dinámica de poder entre los dos líderes, como se transmite por su lenguaje corporal y sus gestos.