En una exploración de la emoción y la toma de decisiones financieras para pensar, Jennifer Lerner, profesora de políticas públicas, ciencia y gestión de decisiones de Thornton F. Bradshaw en la Escuela Harvard Kennedy, ha descubierto ideas intrigantes sobre el papel de la ira en tomar riesgos, especialmente en los hombres. Trabajando junto con Rebecca Ferrer, una científica de los Institutos Nacionales de Salud y el ex alumno de Lerner, la pareja llevó a cabo una serie de experimentos utilizando la tarea de riesgo de analgés de globo.
En este juego de juego automatizado, los participantes ganaron dinero al agregar aire a un globo virtual, pero corrieron el riesgo de perder sus ingresos si lo explotan demasiado y se aseguraron de que estalle. Los resultados mostraron que los hombres que estaban listos para sentirse enojados tomaron riesgos considerablemente más altos, lo que llevó a recompensas financieras más grandes en comparación con sus homólogos y mujeres con emoción neutral experimentaron ira. Este hallazgo contrasta con estudios previos que sugirieron que la ira a menudo resultó en una reducción de las percepciones de riesgo.
Lerner enfatiza la complejidad de correlacionar el género con la influencia emocional en las decisiones financieras. La dificultad para clasificar a las personas como estrictamente hombres o mujeres hace que sea un desafío diseccionar u observar diferencias de biología, socialización, cultura u otros factores. Sin embargo, la investigación de Lerner plantea preguntas críticas sobre cómo esta dinámica se establece en entornos con alta implementación, como el espíritu empresarial o el mercado de valores.
Mientras discutía las implicaciones de sus hallazgos, Lerner enfatizó dos consideraciones importantes. En primer lugar, el resultado de tomar riesgos depende muy del contexto. Aunque sus experimentos han recomendado las recompensas del riesgo, muchos escenarios del mundo real pueden promover la precaución. En segundo lugar, Lerner afirma que, a pesar de las diferencias observables en cómo los hombres y las mujeres reaccionan a la ira en los contextos financieros, la variación dentro de cada género a menudo excede las diferencias entre ellos. En consecuencia, comprender las características individuales y los antecedentes sociales o culturales pueden proporcionar más información sobre la toma de decisiones que solo considerar el género.
Lerner señala que la emoción sigue siendo un factor subexpuesto en el examen de toma de decisiones. A pesar del conocimiento general de que las emociones influyen significativamente en las elecciones, los estudios sistemáticos solo recientemente comenzaron a reconocer este aspecto. La investigación en el laboratorio de Lerner también se ha aventurado en cómo el encuadre emocional influye en el comportamiento relacionado con la salud pública, como el uso de tabaco.
Un estudio dirigido por Charlie Dorison mostró que inducir la tristeza podría aumentar involuntariamente el comportamiento de fumar, mientras que otro por el Wang ilustra cómo los sentimientos de gratitud podrían promover efectivamente el tabaquismo. Estos hallazgos contribuyen a una visión más amplia de cómo las emociones influyen en el comportamiento del riesgo sabroso, como el juego o el vapen.
Pensando en su viaje personal, Lerner dijo en una decisión crucial que fue influenciada por su comprensión de la gestión de riesgos. Fue diagnosticada con Lupus y se enfrentó a consejos médicos desalentadores sobre el nacimiento, pero eligió realizar investigaciones exhaustivas en lugar de colapsar con miedo. Al analizar la ciencia y sopesar los riesgos personales, Lerner y su esposo finalmente decidieron que podrían aceptar los desafíos de la crianza de los hijos. Su hija se graduó recientemente de la universidad y subrayó el valor de la toma de decisiones informadas.
Profesionalmente, los intereses de Lerner incluyen varios dominios, incluidos la salud, la economía, la seguridad nacional y el cambio climático. Ella asesora y adivina activamente, lo que contribuye a iniciativas destinadas a cuantificar los riesgos de amenazas existenciales. Lerner reconoce la naturaleza crucial de las habilidades de toma de decisiones y argumenta para enseñar estas habilidades esenciales a una edad temprana, en particular a través de su trabajo con la Alianza para la Educación de Decisiones, que ofrece un plan de estudios de toma de decisiones gratuito en las escuelas K-12.
En el paisaje complejo y en rápida evolución actual, Lerner enfatiza la importancia del uso efectivo de la información, estimando la incertidumbre y la comprensión de las influencias emocionales en el juicio. Ella cree que estas habilidades no son solo para líderes o analistas, sino de importancia vital para todos los que navegan a través de entornos decisivos.