Los astrónomos que usan la nave espacial Hubble han hecho y marcaron observaciones fascinantes de 3i/atlas como solo el tercer objeto conocido que se reconoce que proviene de fuera de nuestro sistema solar. Este objeto interestelar, que actualmente se está acercando al sol, ha comenzado con mostrar actividades significativas y ofrece información sobre la naturaleza de tales visitantes celestiales.
A una distancia de 3.8 unidades astronómicas del sol, casi cuatro veces más allá de la Tierra, el objeto muestra cambios ya perceptibles debido a la radiación solar. Los efectos son particularmente pronunciados en el lado de 3i/atlas que se para al sol, donde se transmite el polvo, junto con una cola vaga formada por la presión de radiación que empuja la materia lejos del sol. Tales fenómenos son característicos de los cometas, que contrastan bruscamente con el comportamiento relativamente sin cambios de los asteroides, que generalmente conservan su estructura cuando corren.
Con las capacidades avanzadas de imágenes de Hubble, los investigadores dirigidos por David Jencla de UCLA pueden estimar la pérdida de masa de polvo de 3i/Atlas entre 6 a 60 kilogramos por segundo, dependiendo del tamaño de las partículas expulsadas. Esta pérdida de masa es considerable; Se reduce al equivalente de un automóvil pequeño que desaparece de este objeto distante cada pocos minutos.
Determinar el tamaño de 3i/atlas es complejo complejo, porque las observaciones solo atrapan el halo brillante de polvo alrededor del núcleo fijo. Al investigar la distribución del brillo en el coma, los investigadores estiman que el núcleo podría tener un radio efectivo de menos de 2.8 kilómetros, suponiendo que solo refleje el 4 por ciento de la luz solar que se destaca. Esta medida se compara con las cualidades reflexivas del carbón.
Uno de los aspectos más convincentes del estudio de objetos interestelares como 3i/atlas descubre su composición y origen. La investigación indica que si la actividad del objeto proviene de la publicación de monóxido de carbono, donde los cambios de material fijo en el gas, el núcleo debe tener un radio de no menos de 0.16 kilómetros. Si los materiales menos volátiles son responsables del desgasificación memorable, el tamaño sería necesariamente mayor. Comprender estos parámetros de tamaño es crucial, porque diferentes materiales requieren diferentes niveles de calefacción solar para sublimar.
La rareza de los visitantes interestelares subraya la importancia de 3i/atlas. Antes de este objeto, solo dos objetos interestelar confirmados, ‘Oumuamua en 2017 y Borisov en 2019, habían pasado por nuestro sistema solar. Cada uno de estos objetos ofrece perspectivas esenciales en los sistemas planetarios en un trabajo para estrellas distantes, con firmas químicas y propiedades físicas formadas por sus entornos alienígenas a grandes distancias cósmicas.
Las observaciones continuas de 3i/Atlas a través del telescopio espacial Hubble son un progreso notable en nuestras posibilidades de estudiar a estos viajeros cósmicos, y ofrece información valiosa no solo sobre este objeto específico, sino también del sistema estrella distante del que proviene. Se espera que el cometa interestelar alcance su punto más cercano al sol en octubre, lo que promete más exploraciones.