Los científicos descubren arañas marinas que florecen en la oscuridad total al alimentarse con bacterias que comen metano


Un equipo de biólogos marinos, dirigido por Shana Goffredi, ha hecho un descubrimiento notable en las profundidades del océano frente a la costa del sur de California, revelando cómo seis arañas, en particular una especie conocida como Sericosura, se han adaptado para prosperar en ecosistemas ricos en metano. Este estudio recién publicado en Actas de la Academia Nacional de Ciencias Muestra el comportamiento nutricional único de estos spinigen translúcido, que sobreviven en uno de los entornos más inhóspitos de la Tierra al cultivar bacterias especializadas en sus cuerpos.

A diferencia de muchas especies marinas que dependen de la caza o la ordenación, estos Sixpiders han desarrollado una relación simbiótica con bacterias que comen metano. Con esta relación pueden usar gas metano, con fugas desde el fondo del océano, como fuente de alimento primaria. La investigación desafía los supuestos a largo plazo sobre el mar profundo de la vida, donde se supuso que solo los microbios y los filtros alimentan a la flor.

Con la ayuda de vehículos remotos, el equipo de Goffredi recolectó copias de profundidades de más de 3350 pies. Descubrieron que las piernas de las arañas Sericosura están decoradas con miles de pozos microscópicos, que parecen «volcanes», que albergan grupos de células de metanótrofe. Estas bacterias tienen la capacidad única de consumir metano y convertirlo en azúcares más simples, que luego absorben las arañas. Goffredi explicó que las arañas pastan en su propio cuerpo, al igual que las personas pueden disfrutar del desayuno y consumir activamente estas bacterias para la comida.

En este entorno pobre de oxígeno, donde las fuentes de alimentos tradicionales como el pescado o el plancton están ausentes, esta estrategia de alimentos se vuelve esencial. En lugar de absorber pasivamente nutrientes a través de su piel, las arañas se involucran activamente en sus comunidades microbianas, donde se enfatizan las interacciones complejas que definen su supervivencia.

Las ramas ecológicas de este descubrimiento son considerables, en particular con respecto a las emisiones de metano y el cambio climático. Como un poderoso gas de efecto invernadero, el metano contribuye considerablemente al calentamiento global. Tradicionalmente, el metano se filtra en ecosistemas de aguas profundas asociados con comunidades microbianas que reducen la liberación de metano en la atmósfera. Los nuevos hallazgos sugieren que las arañas de Sericosura también pueden desempeñar un papel crucial en la captura de metano pastoreo en bacterias que lo consumen.

Dado que estas arañas absorben el carbono derivado del metano en sus cuerpos, pueden ayudar a reducir las emisiones de metano de los sepses profundos y ofrecer una nueva perspectiva sobre cómo funcionan estos ecosistemas. Dadas las enormes áreas de la costa que se ven afectadas por los metánteps, la influencia de estos pequeños organismos en el metimiento global podría ser más sustancial de lo que se entiende.

Otro hallazgo notable en la investigación de Goffredi se relaciona con la herencia del microbioma parental. Las arañas machos de Sericosura usan bolsas de huevo alrededor de sus rodillas, que también están cubiertas con las mismas bacterias que consumen metano en sus cuerpos. Esto sugiere que las arañas transmiten bacterias esenciales directamente a sus descendientes y descansan la próxima generación con las herramientas necesarias para sobrevivir en su desafiante hábitat. Este método de transferencia de los padres, observado en otros organismos de aguas profundas, subraya la importancia de las relaciones simbióticas en la promoción de la resiliencia en diferentes especies.

Aunque Sericosura no encaja con el paradigma tradicional de depredadores-pro de cadenas de alimentación de aguas profundas, juega un papel integral dentro de su ecosistema. Al florecer en una comunidad microbiana, la araña Sea cubre un nicho único que lo coloca en medio de una red de alimentos microbianos. En este contexto, las bacterias sirven como productores principales y actúan como consumidores importantes.

La presencia de estos telenovelas también tiene consecuencias para mantener una comunidad microbiana equilibrada en el metano sijpe -ecosystems. Al regular las poblaciones bacterianas por sus hábitos dietéticos, las arañas ayudan a prevenir el dominio al prevenir una especie, causando que un ecosistema diverso y saludable se filtre alrededor del metano. Esta dinámica no solo apoya a las arañas marinas, sino que también apoya a otros organismos que dependen de estas bacterias para los alimentos.

En resumen, el papel ecológico de la araña marina de Sericosura es versátil. Al consumir bacterias que comen metano, contribuyen tanto a su supervivencia como a la salud general de los hábitats de aguas profundas. Este descubrimiento abre carreteras para futuras investigaciones sobre cómo funcionan las relaciones simbióticas en entornos extremos, lo que mejora nuestra comprensión de la ecología marina y las estrategias potenciales para reducir las emisiones de metano.



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