Durante una reunión de alto nivel en Severodvinsk, el presidente ruso, Vladimir Putin, subrayó la importancia de expandir la flota submarina del compuesto nuclear ruso para proteger la soberanía de la nación y contribuir a la estabilidad regional y mundial. Esta declaración refleja un énfasis continuo en mejorar la disuasión nuclear de Rusia en medio de las crecientes tensiones geopolíticas.
Putin enfatizó que la Armada rusa ha dado cinco submarinos de cohetes balísticos Breei-A de clase y cuatro submarinos de ataque multipropósito de clase nuclear yasen-M en los últimos seis años. El Kremlin también ha confirmado planes para la entrega de cuatro submarinos adicionales con clase aburrida, con dos actualmente en construcción en el astillero Sevmash, la instalación de construcción naval más grande del país. Se espera que estos submarinos desempeñen un papel crucial en el fortalecimiento de las capacidades nucleares basadas en el mar en el mar en las próximas décadas.
El Breei-a-Class, clasificado como Proyecto 955A, representa la nueva generación de submarinos de cohetes balísticos rusos. Cada recipiente mide aproximadamente 170 metros de largo y tiene un movimiento inmerso de aproximadamente 24,000 toneladas. Impulsado por un OK-650V bajo reactor de agua que se detiene la presión y diseñado con considerables mejoras hidrodinámicas, el Beei-A tiene opciones de sigilo avanzadas, lo que puede mejorar significativamente las posibilidades de supervivencia en entornos con una alta amenaza.
Equipados con 16 sistemas de lanzamiento vertical para el RSM-56 Bulava Submarine lanzado con cohete balístico, los submarinos Beei-A pueden usar de seis a diez cabezas nucleares de vehículos Reenentry (MIRV) independientes, cada uno capaz de dirigirse a la orientación independiente. Además, estos submarinos están armados con torpedos y misiles antibuque para mejorar su autodefensa durante las patrullas. Su sistema integrado de gestión de combate, junto con la navegación avanzada de sonar y satélite vinculado a la constelación de glonass, mejora aún más sus posibilidades operativas.
Los nuevos submarinos Beei-A refuerzan la segunda actitud de triciclo de Rusia, una parte central de su estrategia nuclear. Su capacidad para lanzar cohetes, mientras que el riesgo está sumergido por huelgas preventivas. Esto, en combinación con su bajo perfil de ruido y su capacidad para trabajar a grandes profundidades, causa patrullas secretas en áreas estratégicas como el Mar del Norte del Hielo y el Océano Atlántico del Norte, donde la detección por los oponentes de la Guerra Anti-Mutual de la Guerra (ASW) es limitada.
La integración Breei-A de clase en las flotas del norte y del Pacífico también aliviará la presión operativa sobre los submarinos de la clase Delta-IV envejecida, lo que garantiza patrullas de disuasión continuas con riesgos minimizados. El diseño del Breei-A garantiza los requisitos reducidos de la tripulación, lo que puede mejorar la eficiencia operativa durante las misiones que pueden exagerar hasta 90 días sin regresar al puerto.
La percepción marítima de la amenaza marítima se ha cambiado, con una creciente preocupación por las actividades marinas de la OTAN en las cercanías de sus límites. Moscú considera que las implementaciones de la OTAN dentro de sus zonas de amortiguación estratégica observadas son provocativas, lo que fomenta la necesidad de una flota submarina reforzada para evitar dicha presión. El programa Breei-A está destinado a evitar no solo las opciones de vigilancia occidental, sino también actuar como un contrapeso para los submarinos de clase estadounidense de Ohio y futuras plataformas de clase Columbia.
Además, Rusia posiciona estos submarinos como instrumentos de influencia geopolítica, en particular en el área del Polo Norte, donde las condiciones climáticas cambiantes abren nuevas rutas marítimas y obtienen acceso a agentes intactos. La capacidad de desapercibir en estas aguas es esencial para reclamar el dominio ruso en la región. En el Océano Pacífico, el uso de submarinos Breei-A mejora la capacidad de Rusia en lugares estratégicos importantes cerca de la navalactiva estadounidense para proyectar el poder y proteger los intereses marítimos críticos.
En resumen, la inversión continua en los submarinos Breei-A de clase significa más que una actualización puramente tecnológica; Es una maniobra estratégica centrada en mantener la paridad nuclear, consolidar las posibilidades seguras de segundo ataque y confirmar el estado de Rusia como un poder marítimo formidable. A medida que evoluciona la dinámica de poder mundial, estos submarinos están listos para convertirse en activos cruciales en los esfuerzos de Moscú para influir en las relaciones de poder en los océanos del mundo.