En un mensaje genuino, el Papa Leo XIV ha transmitido profundamente la tristeza sobre el reciente naufragio de un buque migrante frente a la costa de Yemen, que cobró la vida de innumerables personas, principalmente sujetos etíopes. Este trágico evento, que se lleva a cabo el 3 de agosto, ha atraído a los peligrosos viajes a la atención de los migrantes que buscan mejores oportunidades en países de golf más ricos como Saudi Aarabia.
Para expresar su participación, el Secretario de Estado del Estado del Estado de Pietro Pietro Pietro al Nuncio apostólico en Yemen y el representante apostólico de la Península Arábiga, Arzobispo Zakhia El-Kassis. Estos representantes tienen la tarea de entregar el mensaje del Papa a las autoridades locales, lo que significa que la dedicación del Vaticano está en solidaridad para subrayar con los afectados por la catástrofe.
En su mensaje, el Papa Leo XIV llevó a las víctimas a la «gracia amorosa del Dios Todopoderoso» y ofreció oraciones por «poder divino, comodidad y esperanza» para los sobrevivientes y proveedores de atención involucrados en los esfuerzos de rescate. Este gesto refleja el llamado del Papa a la compasión y las acciones para aliviar el sufrimiento de los migrantes vulnerables.
La ubicación de la tragedia es parte de una región que es conocida como la «ruta de la muerte» de la Organización Internacional para la Migración (OIM), que lo identifica como una de las rutas de migración más peligrosas en todo el mundo. El Golfo de Adén se ha convertido en una importante zona de intersección para los barcos de contrabandistas que usan migrantes de diferentes países a los países más ricos de la Península Arábiga, a pesar de los riesgos inherentes.
Según los informes, el naufragio fue empeorado por condiciones climáticas difíciles cerca del gobierno de Yemen de Abyan. La OIM indicó que 157 personas estaban a bordo en el fatídico barco, con 76 muertos, 32 sobrevivientes son responsables y muchas otras que no están justificadas, por lo que su destino permaneció incierto.
Este trágico incidente tiene lugar en el contexto de los conflictos continuos en Yemen, un país enredado en la pobreza y la inestabilidad durante más de diez años. Este disturbio tiene miles de migrantes, principalmente de Etiopía y Somalia, no disuadido de comenzar con viajes peligrosos que buscan una vida mejor. Cada año, alarmando a muchas personas son víctimas de la trata de personas y la explotación durante sus fuertes viajes debido a rutas cada vez más peligrosas.
Estadísticas recientes de la OIM muestran que el año pasado se registraron al menos 558 muertes a lo largo de la ruta del Mar Rojo entre Djibouti y Yemen. Esto refuerza la sombría realidad con la que se enfrentan innumerables personas que siguen esta ruta oriental, a menudo cargada de peligro, con la esperanza de escapar de las circunstancias serias en sus países de origen. El mensaje del Papa sirve como un recuerdo móvil de los costos humanos involucrados en la migración y la urgente necesidad de soluciones compasivas para abordar estas crisis humanitarias.