El gobernador del republicano Texas Greg Abbott ha anunciado planes para comenzar el proceso de eliminar a los legisladores demócratas de su oficina si no regresan a Austin el lunes. Esta acción sigue a un éxodo masivo de representantes democráticos que huyeron del estado en un intento desesperado de frustrar los esfuerzos liderados por los republicanos para firmar nuevamente las tarjetas del Congreso que coinciden con los intereses del ex presidente Donald Trump antes de las elecciones intermedias de 2026.
Los demócratas se retiraron en un movimiento calculado en estados como Illinois y Nueva York, con el objetivo de negar a la Cámara de Representantes de Texas que un quórum necesitaba para votar la redistribución propuesta. Los mapas recuperados podrían crear cinco escaños adicionales de la conferencia republicana en un estado donde los republicanos actualmente tienen 25 de los 38 escaños. Abbott enfatizó la urgencia de la situación y argumentó que la abrupta partida de los miembros democráticos socava los procesos legislativos y afirmó que buscaría su remoción sobre la base de un asesoramiento legal del abogado: general Ken Paxton.
Esta situación refleja un episodio similar en 2021, cuando muchos de estos legisladores dejaron al estado de la misma manera en protesta contra las nuevas restricciones de votación. Aunque tales caminatas generalmente ralentizan la legislación, el enfoque más agresivo de Abbott significa la voluntad de intensificar el conflicto. Se refirió a acciones específicas que los legisladores pueden haber tomado, lo que sugiere que los posibles delitos con respecto a los esfuerzos de recaudación de fondos para cubrir multas por su ausencia.
En respuesta a las afirmaciones de Abbott, los demócratas publicaron una declaración desafiante: «Ven y tómalo». Afirman que sin una presencia de dos tercios en la sala de la casa de Texas distribuida con 62 miembros democráticos contra una mayoría republicana de ninguna voz importante puede continuar. La amenaza de eliminación de Abbott se produce en medio de un fondo de tensión creciente a medida que se acerca los plazos, con el presidente de la Cámara de Representantes, Dustin Burrows, que observa posibles consecuencias si el quórum no se hará realidad.
El despliegue también se incrementa por las recientes inundaciones catastróficas en Texas, lo que ha resultado en considerables muertes y llamados a discusiones de ayuda inmediata. El estancamiento legislativo sobre la redistribución hace que estas conversaciones necesarias complicen.
Mientras tanto, el gobernador de Illinois JB Pritzker dio la bienvenida a los legisladores en Texas que buscaron refugio en su estado y se posicionaron como partidario de su caso. Pritzker ha estado trabajando en discusiones con los demócratas de Texas durante semanas, anticipando la posibilidad de que busquen una solución fuera del estado para las maniobras de redistribución. Sus comentarios enfatizaron las implicaciones más amplias de los esfuerzos de redistribución de Texas y afirmaron que podría socavar los derechos democráticos a escala nacional.
En este clima político volátil, las acciones que ambos partidos tomaron no solo podrían tener en la política de Texas, sino también en el panorama nacional, en particular porque los partidos quieren fortalecer sus posiciones antes de futuras elecciones. La confrontación constante plantea preguntas sobre la estrategia política, la integridad legislativa y la duración en la que ambas partes irán para proteger sus intereses. La situación sigue siendo fluida, con todos los ojos en la Casa de Texas como la fecha límite para que los legisladores regresen.