Casi ocho décadas después de la desaparición en un avión de la Segunda Guerra Mundial sobre Birmania, se han identificado los restos de un aviador de Pensilvania, quienes marcan un momento de cierre para su familia y liberan el camino para un funeral desaudado en el Cementerio Nacional de Arlington.
En el verano de 1943, el primer teniente Henry J. Carlin, un joven de 27 años de Filadelfia, sirvió como navegante a bordo de un bombardero «Mitchell» B-25C durante un ataque a baja altura en Meiktila, Birmania. La misión dio un giro trágico cuando el avión se estrelló, lo que resultó en la muerte de Carlin y otros cinco miembros de la tripulación. Mientras que dos de los miembros de la tripulación sobreviviente fueron atrapados por tropas japonesas, no está claro si alguna vez han regresado a casa.
Los esfuerzos posteriores a la guerra para restaurar los cuerpos se vieron obstaculizados porque Carlin y otros tres miembros de la tripulación inicialmente faltaban en acción. Más tarde, sus restos fueron enterrados en una tumba común cerca de Kyunpobin, Birmania, sin identificación. En 1947, el Servicio de Registro de Grave Americana encontró estos restos, pero las cuentas de testigos describieron los cuerpos solo como pertenecientes a un ‘accidente estadounidense’, lo que complica los esfuerzos de identificación posteriores.
Los cuerpos no geïdentificados, categorizados como ‘extraños’, fueron enterrados en el Cementerio Nacional Memorial de Honolulu del Pacífico. En 2022, después de un Ministerio de Defensa aprobado por el Ministerio de Defensa, los restos fueron excavados para su posterior análisis. Los científicos de la Agencia de Contabilidad POW/MIA de Defensa (DPAA) utilizaron el análisis dental, antropológico y de los isótopos de radio para ayudar con el proceso de identificación, mientras que el análisis de ADN mitocondrial por el sistema médico forense de las fuerzas armadas confirmó la identidad como perteneciente a Carlin el 16 de abril.
En una ceremonia planeada para mayo de 2026, los restos de Carlin finalmente descansarán en el cementerio nacional de Arlington y ofrecerán una conclusión larga y esperada a un misterio que ha durado generaciones.
Además, el nombre de Carlin está registrado en las paredes de los desaparecidos en el Cementerio y Memorial Americanos de Manila en Filipinas, junto con otros que aún no son responsables de la Segunda Guerra Mundial. Se colocará una roseta junto a su nombre para indicar que está justificado.
Carlin sirvió como navegador en el 22º Escuadrón de Bombardeo (Medio), parte del 341º Grupo de Bombardeo (Medio), bajo el mando de la décima Fuerza Aérea. Este reconocimiento esperado no solo honra su servicio, sino que también brinda consuelo para aquellos que recuerdan su sacrificio y coraje.