En un tribunal de inmigración de Seattle, una escena tensa se desarrolló cuando un tribunal de inmigración rechazó el caso de deportación contra un hombre colombiano, haciéndolo vulnerable para acelerar la eliminación. Tres voluntarios rápidamente tomaron medidas, reunieron las llaves del automóvil del hombre, lo ayudaron a recordar números de teléfono críticos y reunir los nombres de los miembros de la familia para informar en el caso de su detención inmediata. Cuando el juez Brett Parchert preguntó sobre su presencia urgente, los voluntarios explicaron que los oficiales de inmigración y la Control de Aduanas (ICE) esperaron justo fuera de la sala del tribunal para que lo detuviera, lo que marcó un momento en movimiento de confrontación entre los procedimientos legales y los protocolos de aplicación.
Esta situación es parte del contexto más amplio de la aplicación de inmigración más intensiva bajo el gobierno de Trump, que ha gobernado las ciudades desproporcionadamente centradas por los líderes democráticos. A la luz de estos desarrollos, los defensores legales toman medidas y cumplen un caso derecho de acción colectiva destinada a asegurar la protección para las personas arrestadas en las cercanías de las audiencias de inmigración. A medida que el clima de miedo entre los inmigrantes y los solicitantes de asilo se hincha, los esfuerzos voluntarios de la base están en aumento para ofrecer apoyo.
Un grupo diverso, incluidos líderes religiosos, estudiantes y profesionales retirados, se ha movilizado para ayudar a las personas que corren el riesgo de detención. Estos voluntarios acompañan a los inmigrantes en la corte y ofrecen apoyo moral y ayuda logística en un proceso lleno de confusión. Stephanie Gai, abogada del personal del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes del Noroeste, notó la abrumadora respuesta a la reacción comunitaria, lo que condujo a la creación de videos y recursos de capacitación que describen los derechos de los inmigrantes. Los voluntarios hacen sacrificios significativos, ajustan los horarios de trabajo para que estén presentes y para garantizar que aquellos que están lidiando con una posible eliminación sepan que están siendo apoyados.
A medida que el paisaje legal cambia, en mayo, el gobierno ha insistido en rechazar a los jueces a rechazar los asuntos, de modo que el camino se libere de manera efectiva para los arrestos de helados, los voluntarios han ajustado sus estrategias. Muchos ahora documentan arrestos cuando ocurren y capturan momentos desgarradores que comenzaron a circular en las redes sociales. La falta de transparencia de la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Inmigración con respecto al número de casos rechazados o arrestos empeoran los desafíos con los que se enfrentan estos voluntarios.
En un día reciente en Seattle, el hombre colombiano fue llevado por oficiales de hielo enmascarados, mientras que un voluntario le entregó su mochila a un miembro de la familia. Otros inmigrantes esperaron su destino, donde los jueces otorgaron la eliminación de «órdenes de ausencia» para aquellos que perdieron sus audiencias, para que ICE pudiera actuar más tarde.
Un portavoz principal del Departamento de Seguridad Nacional defendió las actividades de la agencia y declaró que ICE mantiene el estado de derecho al revertir la política de la administración anterior, lo que permite no hacer las liberaciones de Gevette de las personas en las comunidades. Sin embargo, los voluntarios afirman que su presencia juega un papel crucial en la garantía de la responsabilidad y la dignidad en un sistema de inmigración turbulento.
En la ciudad de Nueva York, las escenas emocionales se desarrollaron cuando las familias perdieron contacto con sus seres queridos inmediatamente después de las audiencias. Por ejemplo, una mujer buscó respuestas ansiosas después de que ICE violó a su esposo, a pesar de que un juez no rechaza su caso. La realidad de tales encuentros subraya la urgente necesidad de ayuda y defensa de estos momentos vulnerables.
Los voluntarios universitarios como Brianna García en El Paso se han comprometido a informar a los inmigrantes sobre sus derechos y documentar las acciones de ICE. En Denver, voluntarios como París Thomas y Don Marsh participan activamente en individuos en el juzgado, de modo que ofrecen medios informativos y se aseguran de que puedan navegar a través de la complejidad del sistema legal.
Estos esfuerzos enfatizan una respuesta común al miedo omnipresente a la deportación, donde los voluntarios actúan para presenciar y documentar estos dolorosos eventos. Hacen una dedicación más amplia a la dignidad humana y afirman que la solidaridad en un entorno siempre hostil hace una diferencia crítica. La historia que se desarrolla de estos voluntarios subraya la urgente necesidad de una defensa compasiva e informada en medio de un paisaje legal turbulento.