La NASA registra hermosa ‘cañón de fuego’ después de una erupción masiva de energía solar


El 15 de julio de 2025, una erupción considerable del cuadrante dejó un aumento dramático en el plasma y los campos magnéticos en el cosmos, lo que resultó en un fenómeno sorprendente llamado ‘cañón del fuego’. Esta explosión masiva, que creó una trinchera colosal en la superficie del sol, fue seguida de cerca y finalmente registrada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. Antes de la erupción, los astrónomos del Observatorio Solar y Heliosferio y el Centro de Predicción del Meteorológica Espacial (SWPC) habían seguido un tranvía solar inusualmente grande que mostraba signos de inestabilidad, lo que resultó en preocupación por las posibles consecuencias para la Tierra.

Afortunadamente, la erupción no estaba dirigida a nuestro planeta. La poderosa erupción cortó una notable cicatriz de 250,000 millas de largo, estirada sobre la atmósfera exterior del sol, con una altura increíble de al menos 12,400 millas. Tony Phillips, un astrónomo con Spaceweather.com, que enfatizó el carácter volátil del sol que puede desatar los enormes niveles de energía en unos pocos momentos.

Los filamentos solares, que son cintas de gas densas que mantienen los campos magnéticos del sol, jugaron un papel crucial en este evento. Aunque estos filamentos son comunes, su tamaño e inestabilidad potencial pueden conducir a estallidos considerables. En los días previos al evento, el filamento había atraído la atención de los astrónomos debido a las características inusuales. Cuando tal filamento se derrumba, esto puede causar erupciones poderosas, produciendo drogas de masa coronal (CME) que pueden influir en el clima en el espacio.

Las imágenes que presentan el evento de ajuste de masa coronal causado por este colapso de la luz solar ilustran el tamaño de la erupción, con imágenes de la NASA que retratan el CME en diferentes etapas de dispersión. El evento representó un momento importante para la observación solar; Aunque el CME se movió lentamente y lejos de la tierra, sirve como un recuerdo crítico de posibles amenazas solares.

Los CME son notables por su capacidad para causar tormentas geomagnéticas que pueden alterar la comunicación satelital, los sistemas GPS y el impacto de las rejillas de potencia en la Tierra. Monitorear tales eventos espaciales es una responsabilidad crucial del SWPC del NOAA, que ofrece predicciones de posibles efectos. Si bien la erupción del 15 de julio no fue un peligro inmediato, subrayó la constante necesidad de vigilancia a medida que continúa la actividad solar.

La naturaleza impredecible de la actividad solar sigue siendo un desafío constante para los astrónomos. Con el sol, su ciclo solar se somete, se siguen configuraciones como los eventos activos del Observatorio Solar Dynamics. Phillips enfatizó esta erupción como un recuerdo animado del formidable poder del sol y su capacidad para influir tanto en el espacio como en la vida en la tierra.

Los desarrollos recientes en la observación de la energía solar han mejorado significativamente la capacidad de predecir estas erupciones. Con herramientas avanzadas como el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, los investigadores pueden analizar el comportamiento del Sol en detalle. Aunque determinar el momento y la ubicación de las erupciones sigue siendo una tarea compleja, este progreso ofrece una ventaja crucial al preparar posibles interrupciones climáticas.

Si bien los científicos continúan estudiando la compleja dinámica de las erupciones de la energía solar y sus consecuencias, el impresionante poder del sol sirve como un poderoso recuerdo de la necesidad de vigilancia continua en el monitoreo del clima espacial.



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