El presidente Donald Trump ha decidido nombrar a un consejero especial para investigar el caso de Jeffrey Epstein, un movimiento que ha sido defendido por varios de sus aliados. La secretaria de PERS de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó durante una conferencia de prensa que el presidente «no recomendaría a un fiscal especial en el caso de Epstein», enfatiza que esta actitud refleja sus sentimientos sobre esto.
El apoyo a un asesor especial había sido vocal entre algunos de los partidarios más destacados de Trump, incluido el ex asesor Steve Bannon, la activista Laura Loomer y la representante Lauren Boebert de Colorado. Sus llamados para tal cita parecen haber sido alimentados por una creciente insatisfacción sobre cómo el Ministerio de Justicia (DOJ) y el FBI han manejado la investigación de Epstein. A principios de este mes, ambas agencias emitieron un memorando que indicó que habían revisado a fondo el caso, concluyeron que no habría costos adicionales y que no proporcionaría más información.
Este anuncio condujo a las críticas de los fieles partidarios de Trump, especialmente en vista del contexto que rodea las controvertidas conexiones de Epstein, incluidos Trump y el ex presidente Bill Clinton. Epstein murió debido al suicidio en una prisión en Nueva York en 2019 en espera del juicio debido a serios cargos por comercio sexual, como resultado de las cuales muchas preguntas tenían teorías sin respuesta y conspiración sobre su muerte y conexiones vivas en el discurso público.
Trump ha retirado contra la especulación continua e instó a sus partidarios a continuar con el caso. Incluso calificó a los que se aferran a «personas débiles» y expresaron el deseo de distanciarse del tema. En una posición sobre la verdad de la verdad, se refirió al caso como un «engaño», como resultado de la cual se le pidió a Leavitt que aclarara que el presidente descubrió que los demócratas habían asumido incorrectamente la situación para la ganancia política, a pesar de su falta de acción durante el gobierno de Joe Biden.
Además, llaman a sus aliados para que el Departamento de Justicia brinde más información sobre Epstein que experimentó la resistencia de Leavitt. Explicó que aunque la liberación de cualquier archivo estaría bajo la jurisdicción del Departamento de Justicia, ciertos materiales, en particular la información del jurado, requerirían la aprobación judicial, reduciendo el control directo de Trump sobre la situación.
Durante su campaña, Trump había indicado que insistiría en el lanzamiento de los archivos de Epstein, una promesa de que el abogado, el general de Pam Bondi, había repetido, sería perseguido. Cuando se le preguntó si Trump cree que se sirvió justicia en el caso de Epstein, Leavitt declaró que el presidente pensó que el Departamento de Justicia había llevado a cabo una evaluación exhaustiva, confirmada por el acuerdo de importantes funcionarios, incluido el director del FBI y el fiscal general.
Queda un interés sustancial con el público y los partidarios de Trump para una mayor transparencia con respecto a la investigación de Epstein, pero por ahora la administración ha indicado que no se tomarán más medidas para revisar o visitar este caso complejo y controvertido.