El Fiscal General Tong quiere que un tribunal se pronuncie sobre la exención del privilegio legislativo de la ley FOI


La oficina del Fiscal General de Connecticut está instando a un tribunal estatal a sentar un precedente legal importante al sostener que todos los documentos relacionados con la actividad legislativa legítima dentro de la Asamblea General deben estar exentos de divulgación bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA). Esta solicitud marca un momento crucial en los cincuenta años de historia de la ley y surge en respuesta a un fallo reciente de la Comisión de Libertad de Información.

La oficina del Fiscal General William Tong presentó el viernes un recurso administrativo ante el Tribunal Superior, impugnando el rechazo por parte de la Comisión de la reclamación de “privilegio legislativo” constitucional. Este privilegio, sostiene la oficina del fiscal general, es esencial para preservar la independencia de la legislatura y garantizar la separación de poderes al proteger a los legisladores de la interferencia de entidades externas, incluidas otras ramas del gobierno.

Tong enfatizó que la idea del privilegio legislativo está bien establecida, a pesar de no haber sido argumentada formalmente en casos anteriores en el comité FOI. En su opinión, los privilegios otorgados a los legisladores bajo la cláusula de “discurso o debate” de la Constitución de Connecticut son fundamentales y deben reconocerse en el contexto de los registros públicos.

Fuentes dentro de la Asamblea General expresaron sorpresa por las implicaciones de este caso y sugirieron que podría alterar prácticas de larga data con respecto a la transparencia en el gobierno. Los líderes legislativos indicaron que la oficina de Tong no los había consultado sobre la convocatoria o interpretación del privilegio legislativo, lo que generó preocupaciones sobre la aplicación amplia de tal privilegio sin un diálogo integral entre los líderes.

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En el centro de la disputa está la cláusula de 55 palabras “discurso o debate” de la Constitución de Connecticut, cuyo objetivo es proteger a los legisladores de arrestos o interrupciones en relación con sus deberes oficiales. La Corte Suprema de Estados Unidos ha interpretado que cláusulas similares otorgan amplia inmunidad a los legisladores por sus declaraciones y acciones que toman en el contexto de su trabajo legislativo.

Figuras destacadas de la legislatura, como el presidente de la Cámara de Representantes, Matt Ritter, y el líder de la minoría del Senado, Stephen Harding, criticaron la falta de consultas sobre el privilegio legislativo. Destacaron la importancia de la FOIA como herramienta para promover la transparencia y la rendición de cuentas entre los funcionarios gubernamentales, y no como un mecanismo para ocultar información.

La apelación surge de una denuncia presentada por John DiIorio, quien ha utilizado la FOIA para impugnar las leyes bancarias estatales que, según él, se han utilizado indebidamente contra su compañía hipotecaria. El caso de DiIorio involucró cuestiones relacionadas con la redacción de documentos relacionados con estas leyes, lo que provocó una investigación sobre lo que constituye actividad legislativa legítima.

En una audiencia reciente de FOI, un funcionario de audiencias concluyó que algunas ediciones podrían permanecer en vigor, citando borradores preliminares e intercambios entre abogados y clientes; sin embargo, el resto del material debe hacerse público sin modificaciones. El representante del fiscal general argumentó que todas las redacciones estaban justificadas por el privilegio de hablar o debatir, una posición que ahora se le pide al comité de FOI que reconsidere.

El Director Ejecutivo de la Comisión estaba preocupado por las posibles consecuencias de ampliar la definición de privilegio legislativo, lo que podría cambiar fundamentalmente la relación existente entre la Ley de Libertad de Información y la transparencia legislativa. El argumento en contra de la afirmación de un privilegio amplio se vio reforzado por la afirmación de que el ejecutivo y el poder judicial no deberían utilizar la FOIA para intimidar a los legisladores, ya que los derechos públicos deben hacerse cumplir de forma independiente.

A medida que se desarrolla esta batalla legal, los límites de la actividad legislativa y la transparencia en Connecticut pueden redefinirse, con posibles implicaciones sobre cómo se invocan dichos privilegios en el futuro. El liderazgo legislativo sigue dividido sobre la necesidad y las implicaciones de la posición del fiscal general, y algunos esperan que el tribunal aclare la aplicación del privilegio legislativo en el futuro.



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