El 1 de diciembre, el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, proporcionó una actualización sobre el estado de uno de los dos miembros de la Guardia Nacional baleados el 26 de noviembre. El soldado herido, el sargento de la Fuerza Aérea de EE. UU. de 24 años. Andrew Wolfe muestra signos de mejoría, aunque su estado sigue siendo grave. El gobernador Morrisey informó que Wolfe respondió al personal médico y se comunicó levantando el pulgar para indicar que podía oír y moviendo los dedos de los pies.
La familia de Wolfe ha solicitado públicamente que la comunidad lo mantenga en sus pensamientos y oraciones durante este momento difícil. El día del tiroteo, dos miembros del personal de la Guardia Nacional de Estados Unidos fueron atacados cerca de la Casa Blanca, lo que provocó la preocupación inmediata de los líderes locales y una respuesta sostenida de la Fuerza de Tarea Conjunta de DC. Los funcionarios locales, incluido un portavoz de la alcaldesa Muriel Bowser, están siguiendo de cerca la situación.
El presidente Donald Trump habló del incidente en su plataforma Truth Social, destacando la gravedad de las lesiones sufridas por ambos guardias y expresando su apoyo al ejército y a las fuerzas del orden. “El animal que disparó a los dos guardias nacionales, quienes resultaron gravemente heridos y ahora se encuentran en dos hospitales separados, también está gravemente herido, pero de todos modos pagará un precio muy alto”, afirmó. Elogió a la Guardia Nacional y al personal militar y expresó su solidaridad con ellos y sus familias durante este momento difícil.
En un acontecimiento relacionado, la administración Trump ha anunciado que detendrá todas las decisiones de asilo y la emisión de visas a personas que viajen con pasaportes afganos. La pausa se produce tras la identificación del pistolero, Rahmanullah Lakanwal, como ciudadano afgano, lo que genera preocupaciones sobre las políticas de seguridad e inmigración.



