En una conmovedora despedida, dos de los caballos más famosos de la doma británica, Valegro y Uthopia, han sido puestos a dormir, dejando un vacío importante en la comunidad ecuestre. Los caballos tenían 23 y 24 años respectivamente y eran conocidos por sus extraordinarias actuaciones y su profundo vínculo con sus jinetes, Carl Hester y Charlotte Dujardin.
Carl Hester expresó la abrumadora sensación de pérdida que se siente en el jardín: “Hay un vacío en el aire”, señaló. Destacó el profundo vínculo que los caballos compartieron a lo largo de sus vidas, y señaló que permitirles dejar el mundo juntos fue un acto de lealtad y dignidad. “Que duerman bien Blueberry y Uti”, dijo, rindiendo homenaje a su notable legado.
Valegro, montada por Charlotte Dujardin, fue una competidora destacada, consiguiendo tres medallas de oro olímpicas, incluidos títulos individuales en 2012 y 2016, además de una medalla de plata por equipos en el último año. Además, Valegro ganó el oro tanto en el Campeonato del Mundo como en el de Europa, estableciendo numerosos récords. De manera similar, junto con Carl Hester, Uthopia ha contribuido a victorias olímpicas y europeas, capturando el oro por equipos en 2012 y muchos otros reconocimientos.
Al reflexionar sobre su impacto, Carl dijo: “Valegro y Uthopia hicieron más que ganar medallas y hacer historia; le dieron a nuestro deporte una era dorada”. Destacó su carácter gentil pero poderoso e inspiró a una generación de ciclistas y fanáticos. Ambos caballos compartían una vida caracterizada por el compañerismo, a menudo pastando uno al lado del otro y viviendo en establos adyacentes, lo que subraya aún más su vínculo único.
Cuando su salud empezó a deteriorarse con la edad, Hester se sintió obligada a honrar su relación de toda la vida dejándolos dejar este mundo juntos. “Dejan un enorme vacío y el jardín cambia para siempre… Eran nuestra familia”, dijo, expresando profunda gratitud por la alegría que trajeron a innumerables vidas.
El legado compartido de Valegro y Uthopia sin duda resonará dentro de la comunidad ecuestre en los años venideros, mientras los recuerdos de su gracia y brillantez permanecen grabados en los corazones de aquellos que tuvieron el privilegio de presenciar su grandeza.



