En un acontecimiento importante en el conflicto en curso, el presidente ruso Vladimir Putin dijo el jueves que Rusia está preparada para negociaciones de paz “serias”. Señaló que un borrador de plan de paz, previamente discutido con Estados Unidos y Ucrania, podría servir como base para un futuro acuerdo destinado a poner fin a las hostilidades.
Desde Kirguistán, Putin expresó una sensación de optimismo sobre la dinámica cambiante de las conversaciones, especialmente después de que Ucrania hiciera cambios a una propuesta inicialmente considerada demasiado favorable a Rusia. Señaló que creía que Washington estaba considerando cada vez más la posición de Moscú, pero enfatizó que aún deben discutirse varios elementos críticos durante una próxima visita de una delegación estadounidense a Moscú a principios de la próxima semana.
Los comentarios de Putin siguen a una afirmación del presidente Donald Trump, quien afirmó que se habían logrado “tremendos avances” en las negociaciones. Sin embargo, tanto la Casa Blanca como los funcionarios ucranianos reconocieron que cuestiones clave siguen sin resolverse. Trump ha indicado que se podrían hacer anuncios más definitivos alrededor del Día de Acción de Gracias, aunque los analistas han expresado escepticismo sobre la voluntad de Rusia de firmar un acuerdo que requiera concesiones.
En su discurso, Putin mantuvo una visión positiva del posible acuerdo, incluso cuando afirmó que Rusia continuaría las operaciones militares si fuera necesario. Reconoció que Ucrania y sus aliados europeos se habían opuesto inicialmente al borrador de la propuesta, que favorecía en gran medida las demandas rusas. Sin embargo, después de las conversaciones celebradas en Ginebra con representantes estadounidenses este fin de semana, parecía haber una atmósfera más conciliadora.
Putin explicó que las partes involucradas habían acordado dividir los 28 puntos originales en cuatro componentes separados, cuyo nuevo borrador fue presentado a Rusia. “En general, estamos de acuerdo en que esto podría constituir la base para futuros acuerdos”, afirmó, reiterando la disposición de Rusia a un diálogo constructivo sobre el plan.
Se espera que la próxima delegación estadounidense, encabezada por el enviado especial Steve Witkoff, sostenga conversaciones con Putin la próxima semana. Aunque el líder ruso no estaba seguro de la composición exacta del equipo estadounidense, expresó una actitud de bienvenida hacia su visita.
Al mismo tiempo, el jefe de gabinete del presidente Volodymyr Zelensky, Andriy Yermak, confirmó esta semana las conversaciones en curso con Estados Unidos, enfatizando la necesidad de productividad en estas negociaciones. Señaló: “Es importante no perder productividad y trabajar con rapidez”.
Si bien Putin reconoció que no se había llegado a un acuerdo final, observó un reconocimiento general por parte de Estados Unidos de la perspectiva rusa sobre varias cuestiones. Sin embargo, advirtió que la propuesta tendría que reformularse en “lenguaje diplomático”, encontrando algunos elementos –como una cláusula que sugiere que Rusia se abstendría de atacar a Europa– algo divertidos.
Además, Putin enfatizó la posición favorable de Rusia en el frente, afirmando que los combates militares sólo terminarían si las fuerzas ucranianas se retiran de las áreas que actualmente controlan. “Si no se retiran, lo lograremos por la fuerza”, afirmó.
El líder ruso también comentó sobre las comunicaciones filtradas entre su asistente de política exterior, Yuri Ushakov, y Witkoff. Sugirió que estas filtraciones –auténticas o inventadas– habían llevado a críticas a la aparente indulgencia y propuesta de paz de Witkoff hacia Rusia. El Kremlin afirmó que estas filtraciones eran una táctica destinada a socavar las conversaciones de paz.



