En un acontecimiento importante con respecto al conflicto en curso en Ucrania, el expresidente Donald Trump anunció planes de enviar a su enviado, Steve Witkoff, a Moscú la próxima semana para conversar con el presidente ruso Vladimir Putin. El anuncio, realizado a través de la plataforma Truth Social de Trump, sugiere que sólo quedan por resolver unas pocas cuestiones controvertidas antes de que se pueda finalizar un acuerdo de paz.
El anuncio de Trump se produce en un contexto de continuo escepticismo entre los líderes europeos sobre la posibilidad de una rápida resolución del conflicto. Este escepticismo se ha visto alimentado por los recientes ataques con misiles rusos contra ciudades ucranianas. En particular, las huelgas en Zaporizhia resultaron heridas a 18 personas y causaron daños a numerosos edificios de apartamentos. La situación en Kiev ha sido igualmente grave: los recientes ataques con drones y misiles causaron siete muertes y una destrucción generalizada.
Si bien Trump ha expresado interés en reunirse “pronto” tanto con Putin como con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, aclaró que estas conversaciones sólo se llevarían a cabo una vez que se haya completado o esté a punto de completarse un acuerdo de paz. Hay indicios de que el yerno de Trump, Jared Kushner, podría unirse a Witkoff en Moscú para impulsar los esfuerzos diplomáticos.
Según los informes, un plan de paz de 28 puntos propuesto inicialmente durante las conversaciones entre Witkoff y un alto asesor de Putin ha sido revisado para adaptarse mejor a los intereses ucranianos. Fuentes familiarizadas con los detalles revelaron que un cambio importante incluye un aumento en el límite para el personal militar ucraniano de 600.000 a 800.000. Se espera que Kiev reciba esta enmienda más favorablemente que los borradores anteriores, que generaron preocupaciones en Ucrania y Europa al respaldar diferentes prioridades rusas.
El negociador estadounidense Dan Driscoll se mostró optimista tras las conversaciones con representantes rusos. Sin embargo, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido que hay pocas pruebas de que Rusia esté preparada para un alto el fuego, lo que arroja dudas sobre la viabilidad de una solución rápida. Si bien reconoce “tremendos avances” en las negociaciones, la Casa Blanca ha señalado que es necesario pulir varios detalles “delicados pero no insuperables”.
La situación de Ucrania sigue siendo terrible, con alrededor de una quinta parte de su territorio bajo ocupación rusa. El conflicto se ha cobrado la vida de decenas de miles de civiles y soldados, y millones han sido desplazados. Algunos funcionarios ucranianos han reiterado la necesidad de negociaciones, pero les preocupa que las propuestas de Washington y la UE no estén totalmente en línea con los intereses de largo plazo de Ucrania.
Al reflexionar sobre el sentimiento público, el sargento Ivan Zadontsev del ejército ucraniano notó un creciente deseo de paz entre la población; Sin embargo, persiste una cautela generalizada sobre los acuerdos que podrían poner en peligro la seguridad futura de Ucrania. El primer ministro británico, Keir Starmer, también destacó los desafíos a largo plazo que enfrentan ambas partes, subrayando la naturaleza precaria de las negociaciones a medida que avanzan.



