El mundo de la moda está de luto por la pérdida de la legendaria diseñadora escocesa Pam Hogg, quien falleció, como anunció en un sentido comunicado en su página oficial de Instagram. El mensaje de la familia Hogg expresó su profundo dolor, pero también enfatizó su gratitud porque sus últimos momentos los pasó en paz, rodeada del amor de familiares y amigos. Agradecieron al personal de St Joseph’s Hospice en Hackney por su excelente apoyo durante sus últimos días.
La mente creativa y la impresionante obra de Pamela Hogg han influido profundamente en innumerables personas de generación en generación. Su legado, marcado por un diseño innovador y un desafío a las normas convencionales, seguirá inspirando a muchos y desafiando las expectativas de la sociedad. La familia reflexionó sobre su “vida gloriosa, vivida y amada”, y reiteró que su presencia perdurará en los corazones y las mentes de quienes la conocieron o fueron tocados por su trabajo.
Nacida en Paisley en 1951, Hogg desarrolló su talento artístico en la Escuela de Arte de Glasgow, donde estudió bellas artes y textiles. Continuó su educación en Londres y obtuvo una maestría en el prestigioso Royal College of Art. Fue durante su estancia en la capital cuando la música se convirtió en una importante salida creativa para ella, que culminó con su papel como cantante principal de la banda Rubbish a finales de los años 1970. Hogg se convirtió en una parte integral de la vibrante escena Blitz Club de Covent Garden, un lugar clave que impulsó el movimiento Nuevo Romántico de la década de 1980.
La diseñadora atribuyó sus primeras incursiones en el diseño de ropa al estricto código de vestimenta del Blitz Club, lo que despertó su creatividad cuando comenzó a crear sus propias prendas distintivas. Hogg lanzó su primera colección, Psychedelic Jungle, en 1981 y emergió como una figura definitoria del movimiento de diseño “New Wave”. Su trabajo, caracterizado por influencias punk, androginia, colores atrevidos y belleza vanguardista, rápidamente ganó elogios.
Aunque Hogg nunca se adaptó a las principales tendencias de la moda, su estilo único atrajo a una amplia gama de admiradores famosos, incluidos Debbie Harry, Siouxsie Sioux, la presentadora de televisión Paula Yates e Ian Astbury de The Cult. Es mejor conocida por sus icónicos catsuits, que diseñó para estrellas como Kylie Minogue, Lady Gaga y Rihanna. Conocida por su poderoso enfoque, Hogg alentó a las mujeres a superar sus reservas iniciales sobre el uso de sus creaciones, afirmando que probarse sus catsuits a menudo conduce a una nueva sensación de empoderamiento.
Incluso después de su muerte, el impacto de Hogg en la moda es innegable. Su intrépida fusión de punk, fetiche y alta costura sentó un precedente que resonará en las generaciones venideras. En su homenaje, la familia Hogg resumió de manera conmovedora su vida y su legado, subrayando que siempre será recordada y celebrada dentro de la comunidad de la moda y más allá.
