La administración Trump llevará a cabo una investigación exhaustiva de todos los refugiados admitidos en Estados Unidos durante la administración Biden, como se describe en un memorando obtenido por The Associated Press. Esta iniciativa se considera un revés significativo para un programa que tiene una larga historia de brindar un refugio seguro a personas que huyen de conflictos y persecución.
La revisión, que afectará a casi 200.000 refugiados que llegaron entre el 20 de enero de 2021 y el 20 de febrero de 2025, ha despertado inquietudes y temores entre los afectados. Los defensores de los refugiados han criticado la medida como parte de un patrón más amplio de “trato insensible” hacia quienes intentan reconstruir sus vidas en Estados Unidos. El memorando, firmado por Joseph Edlow, director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), afirma que durante la administración de Biden, la “conveniencia” y la “cantidad” tuvieron prioridad sobre los necesarios “procesos detallados de selección e investigación”.
Como parte de esta innovación, se han suspendido las aprobaciones de tarjetas verdes para refugiados dentro del plazo especificado. El memorando establece que si la evaluación determina que una persona no califica para el estatus de refugiado, esa persona “no tiene derecho a apelar”, aunque puede presentar su caso en un tribunal de inmigración si se inicia un proceso de deportación. La revisión se extenderá incluso a aquellos que ya hayan recibido una tarjeta verde.
El USCIS ha declarado que está comprometido a cumplir con la ley y prevenir posibles abusos del programa de refugiados. Los refugiados normalmente deben solicitar una tarjeta verde un año después de su entrada, mientras que el camino hacia la ciudadanía suele seguir cinco años después.
Al comentar sobre el impacto de la revisión, Naomi Steinberg, vicepresidenta de política y defensa de Estados Unidos en HIAS, una agencia de reasentamiento de refugiados, calificó la agenda de “sorprendentemente mal concebida”. Advirtió que esto exacerbaría el trauma experimentado por las personas que se han sometido a exámenes exhaustivos para llegar a un lugar seguro en los EE. UU.
El memorando muestra que la agencia espera tener lista una lista de prioridades para reentrevistas dentro de tres meses, enfocándose en sentar las bases para el estatus de cada refugiado, incluyendo persecuciones pasadas o amenazas inminentes que puedan enfrentar. Sharif Aly, presidente del Proyecto Internacional de Asistencia a Refugiados, expresó una fuerte oposición a las acciones de la administración, citando la excesiva crueldad de la iniciativa y el desperdicio de recursos gubernamentales involucrados en la reevaluación de quienes han sido integrados en las comunidades estadounidenses durante años.
Las recientes acciones contra el programa de refugiados parecen encajar en una estrategia más amplia de la administración Trump para fortalecer la aplicación de la ley de inmigración, ya que suspendió las admisiones de refugiados a principios de este año e impuso un límite sin precedentes de 7.500 entradas. Este límite refleja el número más bajo de refugiados permitidos en Estados Unidos desde que comenzó el programa en 1980. Por el contrario, la administración Biden había acogido a 185.640 refugiados entre octubre de 2021 y septiembre de 2024, y las cifras más altas procedían de países como la República Democrática del Congo, Afganistán, Venezuela y Siria.
Mientras los defensores se preparan para posibles desafíos legales a la nueva política, las consecuencias para las vidas y el futuro de miles de personas están en juego.



