La investigación presentada en una próxima reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (RSNA) sugiere una correlación significativa entre la masa muscular, los niveles de grasa visceral y la edad biológica del cerebro. El estudio encontró que los individuos con mayor masa muscular y una menor proporción de grasa visceral a masa muscular tienden a mostrar signos de una edad cerebral biológica más joven.
La grasa visceral, el tipo de grasa que se almacena profundamente en el abdomen alrededor de los órganos internos, se ha relacionado con varios problemas de salud. El autor principal del estudio, Cyrus Raji, MD, Ph.D., quien también es profesor asociado de radiología y neurología en el Instituto Mallinckrodt de Radiología, enfatizó la importancia de esta relación: “Los cuerpos más sanos con más masa muscular y menos grasa abdominal oculta tienen más probabilidades de tener cerebros más sanos y jóvenes. Una mejor salud cerebral, a su vez, reduce el riesgo de futuras enfermedades cerebrales, como la enfermedad de Alzheimer”.
La metodología implicó el uso de técnicas avanzadas de resonancia magnética para evaluar la estructura cerebral y la composición de la masa corporal. La edad del cerebro se estimó basándose en exploraciones por resonancia magnética, que proporcionaron información sobre la relación entre la masa muscular (un indicador de la salud física) y la salud del cerebro. El estudio analizó datos de 1.164 adultos sanos, con una edad media de poco más de 55 años. Los participantes se sometieron a resonancias magnéticas de cuerpo completo con secuencias diseñadas para visualizar claramente los músculos, la grasa y el tejido cerebral.
Los hallazgos mostraron que las personas con una mayor proporción de grasa visceral a músculo tenían una edad cerebral prevista mayor, mientras que la grasa subcutánea, la grasa que se encuentra justo debajo de la piel, no mostró una asociación relevante con el envejecimiento cerebral. El Dr. Raji señaló: “Los participantes con más músculos tendían a tener cerebros de aspecto más joven, mientras que aquellos con más grasa abdominal oculta en relación con su músculo tenían cerebros de aspecto más viejo”.
Las implicaciones de estos hallazgos son significativas, especialmente con respecto a las estrategias de salud y prevención. Raji señaló que promover el crecimiento muscular y reducir la grasa visceral son objetivos prácticos y alcanzables para mejorar la salud física y cerebral. La integración de análisis de inteligencia artificial y resonancia magnética de cuerpo entero puede proporcionar puntos de referencia valiosos para los programas de salud que buscan lograr estos objetivos.
Un ángulo interesante en la investigación también se refiere a los medicamentos comúnmente recetados para bajar de peso, específicamente los medicamentos del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1). Aunque son eficaces para reducir la grasa corporal, estos medicamentos pueden provocar pérdida de masa muscular sin darse cuenta. Raji sugirió que los conocimientos de esta investigación podrían guiar el desarrollo de futuras terapias destinadas a reducir selectivamente la grasa visceral y al mismo tiempo preservar la masa muscular. “Perder grasa, especialmente grasa visceral, mientras se mantiene el volumen muscular tendría el mejor efecto sobre el envejecimiento y la salud del cerebro”, afirmó.
El estudio valida la hipótesis de que la composición corporal está estrechamente relacionada con la salud del cerebro, proporcionando una base para integrar estos biomarcadores en futuros estudios médicos centrados en intervenciones metabólicas. En última instancia, esto podría conducir a tratamientos más eficaces que beneficien tanto la composición corporal como la salud del cerebro.



