Dos escaladores murieron trágicamente mientras intentaban escalar el pico más alto de Nueva Zelanda, Aoraki, o Monte Cook, que se eleva a 3.724 metros. Los escaladores formaban parte de un grupo de cuatro cuando se encontraron con condiciones peligrosas durante su ascenso.
Los servicios de emergencia fueron alertados el lunes por la noche cuando los dos escaladores supervivientes pidieron ayuda e informaron de su precaria situación. Los rescatistas respondieron rápidamente y un helicóptero fue enviado a su ubicación, recogiéndolos ilesos el martes por la mañana temprano.
En un acontecimiento sombrío, los cuerpos de los escaladores fallecidos fueron descubiertos varias horas después. Después de investigar, los rescatistas descubrieron que la pareja todavía estaba conectada a su arnés de escalada, lo que subraya la gravedad de su caída. Este trágico evento subraya los riesgos inherentes de escalar el Monte Cook, un pico conocido por su terreno desafiante, que incluye vastos desfiladeros y condiciones climáticas que cambian rápidamente, incluso para los montañeros más experimentados.
Actualmente, las autoridades se enfrentan a importantes obstáculos en sus esfuerzos por recuperar los cuerpos, citando el difícil entorno montañoso como uno de los principales obstáculos. La región es conocida por sus condiciones brutales, lo que hace que cualquier misión de recuperación sea extremadamente peligrosa.
Las caminatas hasta la cima del Monte Cook se han considerado exigentes durante mucho tiempo, y este incidente sirve como un claro recordatorio de los riesgos que corren los escaladores al abordar un terreno tan formidable en los Alpes del Sur de la Isla Sur de Nueva Zelanda.



