Este domingo marca un momento crucial en la NFL cuando Shedeur Sanders hace su debut titular con los Cleveland Browns contra los Las Vegas Raiders en el Allegiant Stadium. El enfrentamiento presenta a dos equipos en apuros, ambos con récords de 2-8, pero la importancia de este juego trasciende su desempeño general esta temporada. Sanders, una figura muy polarizadora en el mundo del fútbol, captará la atención tanto de los aficionados como de los críticos, haciendo de este partido un evento que no debe perderse.
Con más de dos décadas como cazatalentos de la NFL, he sido testigo de innumerables prospectos de draft, pero ninguno ha despertado tanto entusiasmo como Sanders. Su viaje fue seguido de cerca, comenzando en Jackson State, donde dominó la Conferencia Atlética del Suroeste durante dos temporadas. Después de su éxito allí, puso a Colorado en el centro de atención nacional, lo que generó discusión y debate durante el proceso previo al borrador de este año. Personalmente lo califiqué como el mejor mariscal de campo de la generación del draft, anticipando una selección de primera ronda basada en su desempeño excepcional al transformar dos programas en dificultades en equipos competitivos.
Sin embargo, el draft no reflejó mi evaluación, ya que Sanders fue elegido en la quinta ronda, en el puesto 144 en general. A pesar de esto, lo califiqué altamente, reconociendo su potencial como un pasador clásico. Con una altura de 6 pies y un peso de 212 libras, Sanders mostró habilidades impresionantes que incluyen toque, anticipación y sincronización, lo que lo distingue como un lanzador de ritmo con excelente precisión. Su capacidad para colocar el balón con precisión le permitió sobresalir en una ofensiva tradicional de estilo profesional, especialmente al ejecutar acciones que requerían sincronización y ubicación efectivas.
Sin embargo, la capacidad de Sanders para desempeñarse flaqueó dramáticamente cuando se enfrentó a presión. Luchó con la disciplina en el bolsillo, a menudo retirándose y alejándose de los defensores, lo que provocó capturas innecesarias y pérdidas de balón imprudentes. Esta inconsistencia generó preocupaciones sobre su potencial como mariscal de campo titular, especialmente dado su alto coeficiente intelectual futbolístico y su conciencia situacional.
De cara a la pretemporada de la NFL de 2025, Sanders mostró una combinación de actuaciones prometedoras y preocupantes. Su debut contra los Carolina Panthers llamó la atención cuando completó 14 de 23 pases para 138 yardas y dos touchdowns. Los aspectos más destacados de los lanzamientos de carrete mostraron su precisión y sincronización, pero también fue culpable de sostener la pelota por mucho tiempo, lo que resultó en un juego negativo.
Sin embargo, su actuación ante Los Angeles Rams en el final de pretemporada fue muy diferente. Jugando con una ofensiva de tercera línea, completó sólo tres de seis pases para sólo 14 yardas, soportando cinco capturas y un balón suelto. Esta salida expuso las debilidades que llevaron a algunos cazatalentos a etiquetarlo como un mariscal de campo en desarrollo, que necesitaba un mayor refinamiento antes de que pudiera prosperar como jugador en este nivel.
Cuando Sanders salga al campo este domingo, todas las miradas estarán puestas en él. Los partidarios esperarán que esté a la altura de las circunstancias y demuestre que sus detractores están equivocados, mientras que los críticos buscarán de cerca señales de que aún puede necesitar un desarrollo significativo antes de dar sus próximos pasos como mariscal de campo profesional.



