El presidente Donald Trump se ha asociado con el reconocido golfista Jack Nicklaus para mejorar los campos de golf de la Base Conjunta Andrews, una instalación tradicionalmente conocida como el «campo de golf del presidente». Este desarrollo se suma a la lista actual de iniciativas de construcción de Trump.
Durante un reciente recorrido aéreo por las pistas a bordo del Marine One, Trump expresó su intención de reactivar las instalaciones recreativas de Andrews, ubicadas en Maryland, a unas 15 millas de la Casa Blanca. Destacando la necesidad de mantenimiento, dijo: «Estamos en el proceso de remodelación de la base, que es necesaria. Vamos a intentar restaurar los campos de golf». Trump reveló su asociación con Nicklaus y dijo: «Está involucrado en recuperar sus instalaciones recreativas».
La Base Conjunta Andrews alberga el Air Force One y tiene una rica historia de golf, siendo el ex presidente Gerald R. Ford el primero en jugar allí en 1974. La instalación actualmente cuenta con tres campos de golf de 18 hoyos, tres greens de práctica, dos áreas de práctica privadas y un campo de prácticas. Trump indicó que al menos dos de estos cursos necesitan mejoras urgentes.
Aunque Trump no ha jugado a menudo en Andrews, generalmente prefiere jugar golf en otras propiedades de su propiedad, como Bedminster en Nueva Jersey o Mar-a-Lago en Florida. Cuando está en la Casa Blanca, suele asistir a un curso en Sterling, Virginia.
Considerado uno de los mejores golfistas de la historia, Nicklaus cuenta con un impresionante récord de 18 majors profesionales y 73 victorias en el PGA Tour. Su firma de diseño fue responsable de la creación de más de 425 campos en 40 estados y más de 45 países. Trump caracterizó el estado actual de los campos de Andrews como «destruidos a lo largo de los años debido a la falta de mantenimiento» y sugirió que se podrían realizar mejoras significativas con una financiación mínima.
A pesar del entusiasmo que rodeó el proyecto, surgieron dudas sobre la financiación de los servicios de diseño de Nicklaus y los costos generales asociados con las mejoras en un sitio militar. Los funcionarios de Andrews remitieron las preguntas a la Casa Blanca, que no proporcionó más detalles.
Esta iniciativa sigue a una serie de importantes proyectos de construcción iniciados por Trump, incluida la reciente demolición del ala este de la Casa Blanca para albergar un nuevo salón de baile de 300 millones de dólares, que, según dijo, sería financiado con donaciones privadas y sus propios recursos. Las mejoras a la Casa Blanca también incluyen cambios en el Jardín de las Rosas, rediseños interiores y la instalación de un Paseo de la Fama con retratos de expresidentes.
A medida que Trump continúa con el rediseño propuesto en Andrews, bien podría sumarse a la lista de proyectos externos que ha revelado, como el plan para un arco estilo París cerca del Monumento a Lincoln.
