Dos senadores que encabezan un esfuerzo bipartidista contra el antisemitismo están pidiendo claridad a la Guardia Costera de Estados Unidos sobre sus recientes cambios de política con respecto a los símbolos de odio exhibidos dentro de sus filas. La Guardia Costera emitió el jueves una nueva política que prohíbe decisivamente la exhibición de símbolos de odio como esvásticas y sogas. Esta acción se produjo tras una importante reacción contra una política propuesta previamente que habría permitido que dichos símbolos se describieran simplemente como “potencialmente divisivos”.
Los senadores Jacky Rosen, demócrata de Nevada, y James Lankford, republicano de Oklahoma, enviaron una carta al almirante Kevin Lunday, comandante interino de la Guardia Costera, pidiéndole más explicaciones sobre el proceso de investigación descrito en la nueva política. Expresaron su preocupación sobre por qué la política sugiere que los reguladores solo deberían “investigar” los incidentes reportados, una desviación del enfoque de investigación más exhaustivo exigido en políticas anteriores de 2023 y 2019.
Los senadores enfatizaron la importancia de la transparencia y la minuciosidad al investigar incidentes que involucran símbolos históricamente asociados con el odio y la opresión. “Cualquier investigación sobre conductas que involucren imágenes históricamente asociadas con genocidio, terror y subyugación racial debe, como mínimo, ser completa y transparente para garantizar que los derechos civiles de los afectados estén protegidos”, aseveraron. También expresaron su deseo de comprender el razonamiento detrás de la decisión de elegir una investigación en lugar de una investigación formal.
La versión anterior de la política que generó críticas etiquetó los símbolos de odio como «potencialmente divisivos» y no llegó a prohibirlos por completo. Permitía a los comandantes eliminar esos símbolos de la vista, pero no se aplicaba a espacios privados como casas familiares. Esto marcó un cambio significativo con respecto a una política de larga data, que describía estos símbolos como «ampliamente identificados con la opresión o el odio» y categorizaba su exhibición como «un posible incidente de odio». El senador Rosen condenó inmediatamente este cambio y advirtió que debilitar las políticas diseñadas para combatir los crímenes de odio envía un mensaje dañino al personal de la Guardia Costera y pone en peligro su seguridad.
Tras este alboroto, el almirante Lunday se puso en contacto con el senador Rosen para discutir el asunto. Poco después de su conversación, emitió un nuevo memorando aclarando la postura de la Guardia Costera contra los símbolos de odio, afirmando enérgicamente: «Están prohibidos los símbolos y banderas divisivos o de odio». Amplió esto para incluir detalles como sogas y esvásticas, destacando la comprensión de la Guardia Costera sobre la gravedad del problema.
Mientras continúan las discusiones sobre políticas, los senadores permanecen atentos para garantizar que se tomen las medidas adecuadas para abordar los símbolos de odio y proteger los derechos y la seguridad de todos los miembros de la Guardia Costera.



