Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han publicado nuevas imágenes que pretenden mostrar una extensa red de túneles subterráneos utilizados por Hamás, afirmando que es donde el teniente israelí Hadar Goldin estuvo cautivo después del conflicto de 2014. En un acontecimiento importante, Hamás devolvió los restos de Goldin el 9 de noviembre, intensificando la supervisión de las operaciones militares en la región.
Según las FDI, el supuesto túnel se extiende por aproximadamente siete kilómetros y es una de las redes más complicadas descubiertas. Afirman que se originó en el barrio de Rafah, pasó por un complejo de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA) y se extendió por varios lugares sensibles, incluidas mezquitas, clínicas, guarderías y escuelas. A pesar de búsquedas anteriores en la zona, incluida la detención de un funcionario del Ministerio de Salud palestino, las FDI afirman que no han podido localizar los restos de Goldin.
Las FDI describen el túnel como de aproximadamente 80 pies (25 metros) de profundidad, con aproximadamente 83 habitaciones que sirvieron como refugio para los agentes de Hamas y como instalación de almacenamiento de armas destinadas a futuros ataques. Sin embargo, el metraje ha planteado dudas sobre su autenticidad, ya que parece haber sido editado y reconstruido a partir de varios clips sin proporcionar claridad sobre los orígenes del túnel o sus funcionalidades específicas.
Además de estas imágenes, las FDI también compartieron un vídeo supuestamente tomado de la cámara de un agente de Hamás. Este vídeo muestra a militantes sacando armas de un túnel subterráneo y la transición a un modelo tridimensional del sistema de túneles, lo que complica los esfuerzos para verificar de forma independiente las afirmaciones de las FDI.
Se cree que Hamás opera una compleja red de túneles subterráneos de al menos 500 kilómetros, ubicados en zonas densamente pobladas. Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel afirman haber dañado significativamente muchos de estos túneles y pozos, la falta de verificación independiente deja lugar al escepticismo sobre el alcance y las capacidades de esta infraestructura subterránea.



