La senadora de Michigan Elissa Slotkin se defiende firmemente de las acusaciones del expresidente Donald Trump, quien afirmó que ella y otros cinco legisladores demócratas participaron en una «conducta sediciosa». La controversia estalló cuando se publicó un video que mostraba a estos legisladores, entre los que se encontraban veteranos y exfuncionarios de seguridad nacional. En este vídeo, instaron al personal militar y a los miembros de la comunidad de inteligencia a “rechazar órdenes ilegales” y respetar la Constitución de Estados Unidos.
Los comentarios de Trump sobre Truth Social fueron sorprendentes y alarmantes. No sólo calificó sus acciones de sediciosas, sino que también añadió una nota escalofriante, afirmando que tal comportamiento “se castiga con la MUERTE”. Slotkin, que fue elegido senador en 2024 tras una distinguida carrera como oficial de la CIA durante las administraciones de Bush y Obama, no guardó silencio. En una respuesta en video de casi un minuto y medio de duración, enfatizó los valores fundamentales de la democracia estadounidense y dijo: «Espero que personas de todos los orígenes (demócratas, republicanos, independientes) estén de acuerdo en que amenazar de muerte a personas con las que no está de acuerdo está fuera de los límites de quiénes somos como estadounidenses».
Slotkin reiteró su compromiso con la Constitución y dijo: «He prestado juramento a la Constitución como senadora muchas veces, la más reciente hace menos de un año. A la Constitución, no a un solo hombre, ni a un presidente, y mantengo ese juramento». Destacó que no se dejará intimidar a la hora de defender a su país y enfatizó que la nación puede superar el clima político actual.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, también se pronunció contra los comentarios de Trump y condenó cualquier forma de violencia política. Llamó a los líderes políticos a practicar «la dignidad, el respeto y el civismo» y afirmó que los opositores políticos en Estados Unidos no deberían ser amenazados con la violencia. “El mensaje de hoy del Presidente desgarra las costuras de estos valores fundamentales”, dijo Whitmer en una respuesta escrita.
La Casa Blanca respondió rápidamente a la controversia emergente. Se le preguntó a la secretaria de prensa Karoline Leavitt si Trump realmente estaba proponiendo ejecutar a miembros del Congreso. Leavitt aclaró “No”, alegando que el problema radica en las acciones de legisladores que supuestamente conspiraron para convencer a miembros militares de desafiar las órdenes legales del presidente. Destacó la importancia de la cadena de mando militar y subrayó que tales acciones ponen en peligro su santidad.
El diálogo en torno a este incidente ha provocado un intenso debate sobre la retórica política y las obligaciones de los funcionarios públicos, planteando interrogantes sobre los límites entre disidencia e incitación en el discurso político estadounidense.



