El Congreso ha tomado medidas decisivas para deshacer un plan de gestión de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska (NPR-A) creado durante la administración Biden. La medida ha provocado mucho debate, y los críticos afirman que representa una interferencia política que podría generar incertidumbre en la gestión de una de las reservas de petróleo más importantes del país.
La reciente votación en la Cámara de Representantes se produjo tras la decisión del Senado de aprobar una resolución que desaprobaba el plan de la administración Biden, que habría restringido el arrendamiento de petróleo y gas en casi la mitad de la vasta reserva de petróleo del país. Muchos vieron la decisión, que se adoptó en 2022, como un paso hacia una gestión más responsable ambientalmente de los recursos de Alaska.
Los miembros de la delegación republicana del Congreso de Alaska han elogiado la resolución por cumplir los objetivos de una reciente orden ejecutiva emitida por el expresidente Donald Trump. Esta orden tiene como objetivo restablecer un plan del primer mandato de Trump que tenía como objetivo abrir aproximadamente el 80% de la NPR-A a actividades de arrendamiento, permitiendo una mayor exploración de petróleo y gas.
La medida ya está lista para la consideración de Trump. Su administración ha demostrado un compromiso con el aumento del desarrollo de recursos en Alaska, una posición que ha obtenido el apoyo de líderes políticos locales que han criticado el enfoque regulatorio de la administración anterior por considerarlo demasiado restrictivo.
Esta reciente acción legislativa es parte de esfuerzos más amplios bajo la Ley de Revisión del Congreso, a través de la cual el Congreso ha trabajado activamente para anular los planes de gestión de tierras instituidos durante la presidencia de Biden. Según declaraciones de la delegación del Congreso, la ley tiene como objetivo proporcionar un mecanismo expedito para deshacer las regulaciones federales y garantizar que las agencias no puedan emitir reglas similares a menos que la ley lo autorice expresamente.
Sin embargo, Alex Cohen, director de asuntos gubernamentales de Alaska Wilderness League, expresó su preocupación por las implicaciones de tal enfoque. Describió la Ley de Revisión del Congreso como un “instrumento súper, súper contundente”, argumentando que una política regulatoria efectiva requiere una participación cuidadosa de las partes interesadas y un análisis científico riguroso, que, según dijo, falta en esta medida.
Además, Cohen destacó las incertidumbres sobre qué constituye exactamente una “regla sustancialmente similar” y las posibles consecuencias de revertir los planes existentes. Esta falta de claridad podría complicar aún más los futuros esfuerzos de gestión en la reserva.
Paralelamente, a principios de este año se aprobó un proyecto de ley que ordenaba las ventas de arrendamiento de petróleo y gas en la NPR-A, actividades que han estado inactivas desde la última venta de arrendamiento en 2019. El Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico también ha sido el foco de las ventas de arrendamiento, aunque las principales compañías petroleras se han abstenido en gran medida de participar en ventas anteriores durante las administraciones de Trump y Biden.
A medida que la situación evoluciona, las partes interesadas en todos los ámbitos están monitoreando de cerca las implicaciones de estas acciones legislativas en el panorama energético de Alaska.



