Una comisionada de Policía y Crimen (PCC) que renunció recientemente al Partido Laborista ha planteado preocupaciones cruciales sobre el liderazgo de Sir Keir Starmer, cuestionando su eficacia y exponiendo lo que ella describe como «debilidades destructivas» dentro del gobierno.
La PCC de Norfolk, Sarah Taylor, anunció su salida del Partido Laborista a la luz de la decisión del Ministerio del Interior de eliminar puestos de comisionados en Inglaterra y Gales. En su carta de dimisión, afirmó que el gobierno ya no encarnaba los «valores laboristas», lo que la impulsó a dimitir para poder expresar sus opiniones libremente.
A pesar de haber sido informada del inminente fin de su función en agosto, Taylor no expresó sorpresa por el anuncio del gobierno, pero sí expresó preocupación de que la medida socave la democracia. Al hablar del liderazgo de Sir Keir, señaló que su posición como Primer Ministro está «realmente en duda en este momento».
«No existe una visión para el Partido Laborista que esté claramente articulada por el gobierno o el primer ministro», dijo Taylor. Si bien reconoció los esfuerzos sustanciales de Sir Keir para revitalizar el Partido Laborista, destacó que era cada vez más cuestionable si debería continuar gobernando desde Downing Street.
Al preguntar más sobre si Sir Keir debería dimitir, dijo: «Cuando la gente está bajo fuego, pueden tomar dos caminos: pueden emprender la introspección y adaptarse, o pueden atrincherarse en su posición. Me temo que nos inclinamos hacia lo segundo, y preferiría ver lo primero».
En su comunicación al Primer Ministro, Taylor criticó lo que describió como un “enfoque de mando y control” que, según ella, es perjudicial para una gobernanza eficaz. Advirtió que otras figuras laboristas podrían coincidir con su perspectiva, ya que consideraba insostenibles los vínculos continuos con el partido. «Esta situación debe remediarse, no yendo ‘más lejos y más rápido’, sino reconociendo y abordando las claras debilidades del enfoque de su gobierno», concluyó.
Los aliados de Sir Keir han sugerido que pronto podría enfrentar un desafío de liderazgo por parte de su gabinete, posiblemente del Secretario de Salud, Wes Streeting. Sin embargo, Streeting ha reafirmado públicamente su apoyo al Primer Ministro, destacando una «cultura tóxica» en el número 10.
Los partidarios de Sir Keir afirman que podrá defenderse con éxito de cualquier amenaza a su liderazgo. Advierten que destituirlo de su cargo podría generar caos, desestabilizar los mercados internacionales y poner en peligro la relación que ha construido con el presidente estadounidense Donald Trump.



