Las relaciones entre el FC Barcelona y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) han llegado a un nuevo punto bajo tras una serie de incidentes relacionados con el trato al joven talento Lamine Yamal mientras estaba en servicio internacional. La polémica surgió durante los partidos internacionales de septiembre, cuando el técnico del Barcelona, Hansi Flick, criticó duramente el manejo de la salud de los jugadores por parte de la selección nacional.
Yamal, que había viajado para incorporarse a la selección española sufriendo una leve lesión en el abductor, empeoró su estado durante los partidos. Luego jugó minutos importantes en ambos partidos con España, un movimiento que luego lo llevó a perderse cuatro partidos cruciales para el Barcelona después de regresar al club. A pesar de las visibles consecuencias, el seleccionador nacional Luis de la Fuente defendió el proceso de toma de decisiones, afirmando que no se corrían riesgos y que un jugador considerado apto por su club podía ser elegido para el servicio nacional.
La controversia volvió a escalar justo antes del parón internacional de octubre cuando De la Fuente anunció la inclusión de Yamal en la selección nacional, lo que provocó una respuesta inmediata del Barcelona. En un oportuno comunicado, el club aclaró que el joven jugador todavía luchaba contra una lesión, lo que contradecía la postura de la RFEF de que Yamal no reportó problemas a su llegada a la selección.
A medida que se acercaba la brecha internacional en noviembre, la tensión entre las dos entidades mostró pocos signos de resolución. De la Fuente reconoció a los periodistas que, si bien comprende que los protocolos del equipo ocurren fuera del ámbito de la federación, nunca antes se había encontrado con un escenario similar a este.
Dentro del Barcelona, fuentes indicaron que el cuerpo médico está en comunicación periódica con la RFEF, destacando que el club está actuando con responsabilidad y coordinación con el jugador para priorizar su recuperación. Esta saga en curso resalta el creciente desacuerdo entre Barcelona y la RFEF, planteando interrogantes sobre el bienestar de los jugadores y las responsabilidades de las selecciones nacionales en el panorama del fútbol internacional.



