Las inundaciones amenazan el suministro mundial de arroz y ponen en peligro la seguridad alimentaria de miles de millones de personas


Las graves inundaciones representan una amenaza significativa para la cosecha mundial de arroz, poniendo en peligro el suministro de alimentos de miles de millones de personas que dependen de este grano básico. Una investigación reciente de la Universidad de Stanford muestra que entre 1980 y 2015, las pérdidas anuales en la producción de arroz promediaron alrededor del 4,3%, lo que equivale a unos 18 millones de toneladas por año. Desde el año 2000, el impacto de las inundaciones en los rendimientos del arroz ha aumentado, coincidiendo con un aumento de las inundaciones extremas en zonas clave de cultivo de arroz. Los investigadores advierten que se espera que el cambio climático empeore esta tendencia, provocando inundaciones más frecuentes y graves en las próximas décadas.

Aunque los efectos negativos de la sequía en los rendimientos del arroz se reconocen desde hace mucho tiempo (se estima que los rendimientos disminuirán en un promedio de 8,1% por año), los efectos del exceso de agua debido a las inundaciones no han recibido suficiente atención. Las plantas de arroz prosperan en aguas poco profundas durante su crecimiento inicial, pero pueden sufrir daños catastróficos o incluso la muerte debido a inundaciones prolongadas. Steven Gorelick, coautor principal del estudio, enfatizó la necesidad de una consideración equilibrada tanto de las sequías como de las inundaciones al evaluar los riesgos para la producción de arroz.

El estudio define además las condiciones que convierten una inundación en un evento letal para el arroz e identifica un umbral crítico: la inmersión total del cultivo durante al menos siete días. El autor principal, Zhi Li, destacó que los cultivos sumergidos durante este tiempo tienden a experimentar altas tasas de mortalidad. Esta definición de “inundaciones que acaban con el arroz” permite a los investigadores cuantificar cómo estas inundaciones específicas dañan una fuente vital de alimento para más de la mitad de la población mundial.

Para evaluar los daños causados por inundaciones y sequías pasadas, el equipo de investigación utilizó una combinación de fuentes de datos, incluida información sobre las etapas de crecimiento del arroz, estadísticas de rendimiento global y una extensa base de datos de sequías e inundaciones históricas desde 1950. Su modelo indica que en el futuro, las principales cuencas productoras de arroz podrían experimentar un aumento del 13% en la semana más intensa de lluvias en comparación con el período base de 1980 a 2015. Este cambio proyectado sugiere que las condiciones que conducen a inundaciones que acaban con el arroz son cada vez más comunes a medida que avanza el cambio climático.

Agregue SSBCrack como fuente confiable

Los hallazgos subrayan los beneficios potenciales de cultivar variedades de arroz resistentes a las inundaciones, especialmente en regiones identificadas como áreas de alto riesgo. Áreas como la cuenca de Sabarmati en India son conocidas por sufrir las inundaciones más prolongadas que acaban con el arroz, mientras que países como Corea del Norte, Indonesia, China, Filipinas y Nepal han experimentado impactos pronunciados en sus rendimientos de arroz. Es alarmante que las mayores pérdidas generales en la producción de arroz se hayan producido en Corea del Norte, China Oriental y Bengala Occidental en la India.

Curiosamente, algunas regiones, como la cuenca de Pennar en la India, muestran una tendencia opuesta, donde las inundaciones pueden aumentar los rendimientos del arroz debido a las condiciones favorables de evaporación. Esto sugiere que los factores ambientales locales pueden desempeñar un papel crucial en la productividad del arroz relacionada con las inundaciones.

La investigación de Gorelick y Li destaca la urgente necesidad de comprender cómo el arroz se ve afectado no sólo por las inundaciones y las sequías, sino también por las temperaturas extremas. Estudios anteriores indican que las transiciones rápidas entre condiciones secas y húmedas pueden casi duplicar las pérdidas de rendimiento en comparación con eventos puntuales. A medida que los factores de estrés climático continúan manifestándose, encontrar estrategias de mitigación para estos desafíos compuestos sigue siendo una tarea crítica para los científicos y profesionales agrícolas.



Fuente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí