Se informa que el ejército estadounidense está formulando un plan para establecer un enfoque dividido en Gaza, caracterizado por una «zona verde» que operará bajo supervisión militar israelí e internacional, mientras que al mismo tiempo designa una «zona roja» que permanecerá devastada. Esta iniciativa se produce antes de la próxima votación del Consejo de Seguridad de la ONU, prevista para el 17 de noviembre, que considerará una resolución que respalda la propuesta de paz del presidente Donald Trump para la región.
Según un informe de The Guardian que cita documentos de planificación militar de Estados Unidos, se espera que se desplieguen fuerzas internacionales junto con las tropas israelíes en el este de Gaza. Esta división se adherirá a la actual «línea amarilla» controlada por Israel, dividiendo efectivamente el enclave devastado por la guerra en áreas separadas para diferentes niveles de apoyo y control.
Si bien Estados Unidos insiste en que su estrategia es factible, han surgido preocupaciones sobre el compromiso de Washington de convertir un alto el fuego en una solución política duradera que permita la gobernanza palestina, una promesa hecha inicialmente por Trump. Un funcionario estadounidense anónimo dijo: «Lo ideal sería que todo estuviera completo, ¿verdad? Pero eso es ambicioso. Tomará algún tiempo. No será fácil».
El concepto de crear “zonas verdes” dentro de Gaza ha generado críticas, que recuerdan la participación anterior del ejército estadounidense en Afganistán e Irak, que estuvieron marcadas por importantes desafíos y fracasos. El plan de 20 puntos de Trump apunta específicamente a desmilitarizar las facciones armadas palestinas en Gaza, incluidas disposiciones para la retirada israelí a un «perímetro de seguridad» designado.
Los activistas han expresado su urgente preocupación por la abrumadora necesidad de reconstrucción en Gaza, donde más del 80 por ciento de las estructuras –incluidas instalaciones esenciales como escuelas y hospitales– han resultado dañadas o destruidas.
Como parte del plan de 20 puntos de Trump, se establecerá un organismo de transición, la Junta de Paz, para gobernar la región. La resolución propuesta también permitiría a los estados miembros establecer una “Fuerza Internacional de Estabilización (FSI) temporal” encargada de cooperar con Israel, Egipto y la policía palestina recién entrenada. Esta fuerza se centraría en asegurar las fronteras de Gaza, facilitar los esfuerzos de desmilitarización y supervisar el desmantelamiento permanente de las armas en poder de grupos armados no estatales. Además, se espera que las ISF ayuden a garantizar el acceso humanitario y proteger a los civiles en el territorio.
Un funcionario estadounidense destacó la importancia de lograr la resolución requerida y dijo: “El primer paso es lograr la resolución [resolution] por el Consejo de Seguridad de la ONU. Los países no asumirán compromisos firmes hasta que realmente vean el lenguaje que se ha transmitido”. En particular, el presidente de Estados Unidos ha indicado anteriormente que no se desplegarán tropas estadounidenses en Gaza para monitorear la retirada de las fuerzas israelíes o facilitar los esfuerzos de reconstrucción.



