Los investigadores han descubierto lo que se cree que es la telaraña más grande conocida en el mundo, ubicada en una cueva en la frontera entre Albania y Grecia. Este extraordinario hallazgo revela una densa colonia de aproximadamente 110.000 arañas que viven juntas en un ambiente rico en azufre, lo que plantea interrogantes sobre la dinámica ecológica única en juego.
El estudio, publicado en la revista Biología subterráneaDestaca la insólita convivencia de dos especies de arañas: 69.000 tegenaria domestica (araña doméstica común) y 42.000 Prinerigona vagans. Este fenómeno es particularmente intrigante porque va en contra del comportamiento típico de las arañas, que generalmente implica agresión y depredación cuando las especies están muy cerca unas de otras. La bióloga evolutiva Lena Grinsted expresó su entusiasmo por el descubrimiento y comparó la situación con la de las personas que viven en armonía en un edificio de apartamentos.
El equipo de investigación, dirigido por espeleólogos checos, observó por primera vez la telaraña gigante en 2021. Según sus hallazgos, las arañas prosperan en la oscuridad permanente de la cueva, a unos 50 metros de la entrada. La densa masa de membranas se extiende sobre un área significativa, aproximadamente 1.140 metros cuadrados, proporcionando una cobertura similar a una manta para sus habitantes.
Los científicos especulan que la gran población de mosquitos (estimada en alrededor de 2,4 millones) que circula en la cueva proporciona una fuente de alimento aparentemente interminable. Esta abundancia permite a las arañas convivir pacíficamente, a diferencia del comportamiento más típico de depredación. Grinsted señaló que las arañas pueden depender más de señales vibratorias que de la visión para navegar en su entorno, lo que lleva a una coexistencia más indulgente.
Los biólogos involucrados en este estudio también notaron que la genética de las especies que habitan en cavernas difiere ligeramente de la de sus contrapartes al aire libre, lo que sugiere una adaptación evolutiva única a su hábitat específico. La Dra. Blerina Vrenozi de la Universidad de Tirana señaló la importancia de comprender esta distinción, que añade profundidad a la historia ecológica de esta cueva.
Investigaciones adicionales revelaron que, aunque estas arañas se reproducen menos que las arañas del exterior debido al entorno de la cueva, el espacio cerrado proporciona una protección significativa contra depredadores más grandes. Marek Audy, el líder de la expedición, comentó sobre las condiciones óptimas de la cueva para la reproducción y supervivencia de las arañas, y señaló que la cueva sirve como refugio, especialmente teniendo en cuenta el espacio compartido con grandes colonias de murciélagos.
Los expertos coinciden en que las implicaciones de esta investigación podrían extenderse más allá de las arañas y proporcionar información sobre patrones evolutivos más amplios. La Dra. Sara Goodacre de la Universidad de Nottingham enfatizó que estos estudios allanaron el camino para comprender la complejidad de las interacciones y la coexistencia ecológicas.
A pesar de la singularidad de esta colonia, existe un indicio de desafío administrativo con respecto a su ubicación, ya que Albania está interesada en comprender las implicaciones para la conservación. Audy señaló que aunque la telaraña se extiende hasta el lado griego, presenta un interesante punto de discusión para futuros esfuerzos de conservación.
Este caso inusual de coexistencia de arañas continúa despertando el interés de las comunidades científicas y más allá, reflejando no sólo las maravillas de la selección natural sino también el delicado equilibrio de la vida en ecosistemas únicos.



