En una conversación reciente, dos actrices, Sydney y Mae, hablaron sobre sus experiencias en la industria del entretenimiento, discutiendo todo, desde los nervios de la audición hasta el viaje único hacia sus roles.
Sydney comenzó recordando sus primeras discusiones llenas de frustraciones sobre los desafíos del mundo de la actuación. Mae se hizo eco de los sentimientos de Sydney, notando la intensidad de sus experiencias compartidas y describiéndolas como no típicas, pero a veces bastante abrumadoras. Las dos actrices reflexionaron sobre sus mecanismos de afrontamiento y Mae compartió sus experiencias durante un retiro terapéutico de una semana. Si bien no estaba segura del impacto general, encontró consuelo al desconectarse de su teléfono, lo que le permitió realizar una introspección muy necesaria.
A medida que continuaba la conversación, Mae centró su atención en Sydney, lo que la impulsó a compartir su historia con la actuación. Sydney reveló que su educación rural significó que no tuvo acceso a un departamento de teatro durante la escuela y, en cambio, dependió del teatro comunitario para perfeccionar su talento. Mae, por otro lado, se había dedicado al monólogo cuando era adolescente, mostrando su antigua pasión por la actuación.
Al recordar el viaje de casting, Mae reveló que una búsqueda exhaustiva por todo Canadá los llevó a la cinta de audición de Sydney, que dejó una impresión duradera. Inicialmente, el equipo de casting consideró a Sydney para el papel de Leila, pero finalmente reconoció su dulzura única y su capacidad para conectarse con otros actores, y sintió que encajaba perfectamente con el personaje de Abbie. Sydney recordó la angustiosa experiencia de grabar videos mientras estaba de vacaciones, lo que hacía solo con su teléfono, destacando la espontaneidad que se requiere en las audiciones.
Ambas actrices hablaron sobre sus sentimientos hacia el proceso de audición. Sydney expresó una sorprendente comodidad con las autograbaciones, apreciando la capacidad de trabajar a su propio ritmo y al mismo tiempo reconociendo la ansiedad que surgía durante las clases de química. Mae admitió que compartió nerviosismo similares antes de la audición y describió cómo los nervios podían apoderarse de ella, socavando potencialmente su confianza.
Su experiencia de lectura en la mesa fue memorable, marcada por susurros nerviosos cuando conocieron al elenco completo por primera vez. Ambas actrices coincidieron en que la atmósfera intimidante hacía difícil proyectar sus voces, un claro reflejo de la presión que suelen sentir los nuevos actores.
Cuando surgió el tema del ensayo, Sydney reveló su preferencia por la espontaneidad en su actuación, especialmente en televisión y cine, sin dejar de valorar el proceso de ensayo en el teatro. Mae admitió que se sentía menos segura y que a menudo luchaba contra el síndrome del impostor, especialmente cuando se trataba de escribir. Esta vulnerabilidad quedó en evidencia al comentar juntos sus escenas, especialmente una que provocó risas incontrolables durante el rodaje. Sydney describió su incredulidad inicial al actuar junto a Mae y reflexionó sobre la naturaleza surrealista de su asociación.
Mientras recordaban sus experiencias, ambas actrices compartieron cómo sus orígenes únicos y su crecimiento personal han dado forma a sus carreras. La conversación ofreció una mirada sincera a las realidades de las audiciones, los ensayos y el viaje emocional de dar vida a los personajes ante la cámara.



