La tarde del domingo estuvo llena de emociones para la afición del Barcelona, que no podía contar con una victoria fácil para su equipo en el partido a domicilio contra el Celta en el Estadio de Balaídos. La historia de los encuentros con este equipo indicaba que los viajes a Vigo siempre estaban llenos de dificultades, y la situación en la liga adquirió un nuevo significado después del empate del Real Madrid con el Rayo Vallecano (0-0). Esto allanó el camino para que el equipo dirigido por Hans-Dieter Flick acortara distancias con el líder de la liga.
Sin embargo, surgieron dificultades inesperadas justo antes del inicio del partido. El técnico alemán tuvo que incorporar a Dani Olmo en el último minuto después de que Marc Casado sufriera una lesión durante el calentamiento. El español, aunque visible en el banquillo, no pudo jugar.
La primera parte fue un auténtico espectáculo para los aficionados. Ya en el minuto 12, Robert Lewandowski marcó el primer gol del Barcelona tras un penalti concedido por el VAR. Su disparo fue tan potente que el portero del Celta Ionut Radu no pudo desviarlo. Lewandowski, que había vuelto a estar en forma después de problemas de salud anteriores, rápidamente anotó otro gol, convirtiendo un brillante centro de Marcus Rashford.
El equipo catalán ganaba 2-1 después de perder temporalmente la ventaja cuando Serio Carreira igualó el marcador 1-1. Las emociones no disminuyeron hasta el final del primer tiempo; El Celta volvió a marcar, pero Lamine Yamal reaccionó rápidamente para darle al Barcelona una ventaja de 3-2 antes del descanso.
En la segunda parte el ambiente del partido se calmó un poco, aunque la tensión aún era palpable. Lewandowski, a pesar de la menor intensidad del juego del equipo, volvió a demostrar sus habilidades al marcar el tercer gol, y su hat-trick se convirtió en un logro importante en su carrera. El polaco se convirtió en el máximo goleador del Barcelona en la competición, superando al mítico Neymar.
Sin embargo, los aficionados del Barcelona tenían motivos para preocuparse cuando Frenkie de Jong vio una segunda tarjeta amarilla en el tiempo de descuento. Además, a pesar de las sólidas intervenciones, Wojciech Szczęsny no pudo evitar que el equipo anotara dos goles. Su futuro en el equipo está en duda, sobre todo con el anuncio del regreso de Joan García tras el parón de selecciones.
Después del partido, el Barcelona redujo la diferencia con el Real Madrid de cinco a tres puntos, lo que en el contexto del anterior clásico es una señal positiva para la afición del Club. El ambiente en el equipo es esperanzador para los próximos partidos importantes tanto de La Liga como de la Liga de Campeones.



