China ha encargado oficialmente su portaaviones de próxima generación, el Fujian, lo que marca un paso importante en la modernización de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN). Este acontecimiento, ocurrido recientemente, subraya las ambiciones de China de establecer una potencia naval capaz de expandir su influencia mucho más allá de las aguas asiáticas.
El Fujian representa el tercer portaaviones de China y destaca por ser el primero que el país diseñó y construyó de forma independiente. En comparación, Estados Unidos opera once portaaviones. La puesta en funcionamiento del Fujian está estrechamente alineada con la agenda más amplia de reforma militar del presidente Xi Jinping destinada a modernizar el EPL para 2035, una estrategia destinada a contrarrestar la influencia estadounidense en la región del Indo-Pacífico.
Los informes de los medios estatales indican que el Fujian se someterá a pruebas de mar y de vuelo adicionales antes de que se considere completamente listo para el combate. Sin embargo, su puesta en servicio muestra la creciente confianza de China en operar buques navales más grandes y avanzados. El portaaviones, que pesa 80.000 toneladas, está equipado, entre otras cosas, con catapultas electromagnéticas avanzadas. Estas catapultas pueden lanzar aviones más pesados, incluidos los cazas furtivos J-35, aumentando su alcance operativo y capacidades de ataque en comparación con sus predecesores, el Liaoning y el Shandong.
Los analistas de defensa sugieren que el Fujian presagia una transición hacia una verdadera armada de aguas azules: una flota diseñada para proyectar poder a grandes distancias. Este desarrollo fortalece la capacidad de China para operar a escala en el Indo-Pacífico y potencialmente en áreas tradicionalmente dominadas por las fuerzas navales estadounidenses. Sin embargo, a China todavía le faltan varios años para igualar el alcance global y la experiencia operativa de la Marina estadounidense, especialmente porque el Fujian tiene propulsión convencional y, por lo tanto, tiene una resistencia limitada en comparación con la flota de armas nucleares estadounidense.
La introducción del Fujian ha reavivado los debates sobre el uso de catapultas electromagnéticas; una tecnología adoptada por Beijing incluso cuando generó críticas del expresidente Donald Trump. Durante una visita al USS George Washington, Trump expresó su desaprobación de los sistemas electromagnéticos, calificándolos de poco fiables y caros. Abogó por volver a las catapultas tradicionales impulsadas por vapor, enfatizando su simplicidad y facilidad de reparación.
A la luz de estos acontecimientos, Japón ha expresado una creciente preocupación por la expansión militar de China. Minoru Kihara, ex Ministro de Defensa y actual Secretario del Gabinete, señaló la necesidad de una mayor transparencia respecto del rápido progreso militar de China. Destacó el compromiso de Japón de responder decisivamente a las amenazas emergentes a medida que las operaciones navales y aéreas chinas se extienden más allá de las aguas territoriales.
Mientras tanto, Estados Unidos mantiene una presencia significativa en el Pacífico Occidental con continuas operaciones de libertad de navegación cerca de áreas en disputa para desafiar los reclamos territoriales de China. Un alto funcionario del Departamento de Guerra de Estados Unidos señaló que la expansión militar de China indica una intención de cambiar el equilibrio de poder regional a través de la fuerza.
A pesar de estas tensiones, los diálogos recientes entre el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, y su homólogo chino indican la voluntad de ambas partes de estabilizar las relaciones. El establecimiento de canales de comunicación para los oficiales militares tiene como objetivo evitar malentendidos y escaladas.
A medida que evoluciona el panorama geopolítico, la puesta en servicio del Fujian constituye un momento crucial no sólo para China, sino también para la dinámica estratégica de la región del Indo-Pacífico, lo que plantea interrogantes sobre futuros compromisos y alianzas militares.



