Huelga del STM: un grito de solidaridad que abandona a los más vulnerables


En medio de las continuas interrupciones del transporte en Montreal debido a una huelga de los trabajadores de mantenimiento de la Société de transport de Montréal (STM), se plantean dudas sobre las implicaciones de esta acción laboral. El conocido grito de “solidaridad” ahora suena hueco para muchos, especialmente aquellos en posiciones vulnerables dentro de la comunidad.

Los pacientes luchan por llegar a los hospitales, las personas con necesidades económicas no pueden permitirse taxis para ir a los bancos de alimentos, los estudiantes tienen que asistir constantemente a clases en línea y las personas mayores o discapacitadas ya no pueden viajar. La realidad sobre el terreno pinta un panorama sombrío: la huelga está teniendo graves consecuencias para los miembros más vulnerables de la sociedad, que ahora son los más afectados por este conflicto laboral iniciado por trabajadores en una posición relativamente privilegiada.

Los trabajadores de mantenimiento, dotados de una poderosa posición negociadora, exigieron inicialmente un aumento salarial del 25% en cinco años. La contraoferta del STM, por el contrario, es del 12,5% en el mismo período, lo que equivale a un aumento anual del 2,5%. El sindicato ha señalado los aumentos salariales comparativos que están recibiendo los trabajadores de otros sectores, como un aumento salarial del 18% para los trabajadores del transporte público en la ciudad de Quebec y del 22% para los trabajadores de la construcción.

Sin embargo, tales comparaciones salariales podrían crear el riesgo de crear un ciclo que podría aumentar los costos para los usuarios del transporte público. Existe la posibilidad de que salarios más altos conduzcan en última instancia a tarifas más altas, lo que podría desalentar al público a utilizar los servicios de autobús y metro.

El sindicato pide un ajuste salarial justificado en medio de una inflación creciente que afecta a todos los quebequenses. Sin embargo, existen dudas sobre la idoneidad de su puesto, ya que los empleados de STM ya disfrutan de condiciones significativamente favorables. Un trabajador de mantenimiento gana un salario base de $67,000, aproximadamente un 50% más que puestos comparables en el mercado laboral más amplio. Con bonificaciones adicionales y horas extras, el ingreso promedio aumenta a alrededor de 91.151 dólares al año, y una cuarta parte de los trabajadores supera los 100.000 dólares. Los beneficios, incluido un plan de pensiones de un 18% adicional en promedio, aumentan aún más su compensación total.

Los conductores de autobuses también tienen salarios impresionantes, con un promedio de 73.000 dólares, que pueden aumentar a 98.000 dólares si se tienen en cuenta las horas extras y las bonificaciones. Estas cifras superan notablemente las de muchos puestos con educación universitaria, lo que pone en duda la narrativa de una compensación inadecuada como motivo de la huelga.

La baja tasa de rotación voluntaria (1,3% para los trabajadores de mantenimiento y 1,9% para los conductores) sugiere que STM está reclutando y reteniendo personal de manera efectiva, lo que difiere de la tasa de rotación promedio del 10% en otras partes de Canadá. Esto indica un entorno laboral sólido, lo que cuestiona la idea de que se deben aumentar los salarios para retener a los trabajadores.

Para algunos puestos, como los de albañil, el salario STM está más en línea con los estándares de la industria, lo que complica aún más cualquier argumento a favor de aumentos salariales generales. El potencial de aumentos diferenciados basados ​​en las condiciones del mercado específicas de cada empleo podría proporcionar un enfoque más equilibrado.

Las presiones financieras actuales sobre la STM, puestas de relieve por una auditoría de desempeño, indican que existen problemas de productividad dentro de la organización. Los contratos sindicales actualmente limitan el uso óptimo de los recursos, lo que genera ineficiencias. Los empleados a menudo se ven limitados a tareas específicas, lo que requiere horas extras para cubrir las deficiencias en la carga de trabajo, lo que exacerba los problemas de ausentismo.

Implementar una mayor flexibilidad en las responsabilidades laborales y considerar la subcontratación de ciertas actividades no esenciales podría mejorar la eficiencia operativa. Por ejemplo, en lugar de mantener equipos costosos que rara vez se utilizan, contratar una empresa especializada para dichas tareas puede redirigir a los empleados a puestos más críticos.

Si bien los empleados de STM merecen una compensación justa que les permita vivir una vida honorable, debe haber un equilibrio para garantizar que los acuerdos antiguos no obstaculicen la eficiencia. El debate destaca una doble necesidad: respetar los derechos de los trabajadores y al mismo tiempo aplicar estrategias operativas productivas que beneficien a todas las partes interesadas, incluido el público viajero.



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