Juez federal limita el uso de la fuerza por parte de agentes federales durante la aplicación de medidas de inmigración en Chicago


Un juez federal en Chicago emitió una orden general que limita significativamente el uso de la fuerza por parte de agentes federales, especialmente a la luz de las recientes operaciones de control de inmigración que han llevado a protestas generalizadas y más de 3.000 arrestos en la ciudad y sus suburbios. Esta decisión preliminar fue motivada por una demanda de varias organizaciones de noticias y grupos de defensa que alegaban que agentes federales usaron fuerza excesiva contra manifestantes y periodistas.

La jueza de distrito estadounidense Sara Ellis expresó escepticismo sobre la credibilidad de los enfrentamientos de los agentes federales y dijo: «Veo poca justificación para el uso de la fuerza que los agentes federales están utilizando actualmente». La orden prohíbe el uso de armas específicas para el control de disturbios, como gases lacrimógenos y bolas de pimienta, a menos que sea absolutamente necesario para evitar una amenaza inminente. Además, el fallo prohíbe la violencia física contra personas, incluida la presión a manifestantes y periodistas, y exige que los agentes den dos advertencias antes de desplegar herramientas de control de disturbios.

La orden de Ellis tiene como objetivo evitar la supresión de los derechos de la Primera Enmienda, enfatizando la necesidad de un equilibrio entre la aplicación de la ley y las libertades civiles. En respuesta al fallo, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunciaron planes de apelar, caracterizando la decisión como una intervención equivocada que pone en peligro la seguridad del personal encargado de hacer cumplir la ley.

La represión federal en cuestión es parte de una estrategia más amplia de la administración Trump para intensificar la aplicación de la ley en regiones predominantemente demócratas. La operación ha dado lugar a numerosos desafíos legales, incluidas demandas de mejoras a una instalación de inmigración criticada por activistas y el cese de la movilización de la Guardia Nacional.

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La orden del jueves se hace eco de una orden temporal anterior que exigía a los agentes llevar tarjetas de identificación y prohibía el uso de medidas agresivas de control de multitudes contra manifestantes pacíficos. Este último fallo también incluye un nuevo requisito para que los agentes usen cámaras corporales, tras casos anteriores de agentes federales que no cumplieron con las órdenes judiciales.

En sus comentarios, Ellis hizo referencia a figuras históricas y literatura para ilustrar el costo emocional que las tácticas policiales agresivas tienen en el público. Describió casos en los que los manifestantes se enfrentaron a gases lacrimógenos y violencia física, y dijo que estas acciones podrían disuadir a las personas de ejercer su derecho a protestar. Los testimonios de los testigos en las audiencias relataron experiencias traumáticas cuando agentes armados les dispararon con bolas de pimienta y les amenazaron mientras simplemente documentaban los hechos.

En el centro del caso está Gregory Bovino, un comandante de la Policía Fronteriza que dirige las operaciones, quien ha sido objeto de escrutinio por su comportamiento durante los enfrentamientos con los manifestantes. Procedimientos judiciales recientes determinaron que Bovino tergiversó los hechos, incluido un incidente en el que sugirió que había sido golpeado por una piedra, afirmación que se contradice con las pruebas en vídeo. Sus respuestas evasivas durante el juicio político contribuyeron al creciente conjunto de desafíos legales en torno a la operación, conocida como «Operación Midway Blitz».

A medida que se desarrolla la batalla legal, las implicaciones del fallo del juez podrían indicar cambios significativos en la forma en que las autoridades federales interactúan con las comunidades durante las actividades de aplicación de la ley, particularmente con respecto a los derechos individuales de la Primera Enmienda. La respuesta del DHS y las tensiones actuales en la comunidad indican que este tema permanecerá en el centro del debate público y el escrutinio legal.



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