Estados Unidos realiza prueba de lanzamiento del misil balístico intercontinental Minuteman III en medio del debate sobre pruebas nucleares


Estados Unidos realizó con éxito un lanzamiento de prueba del misil balístico intercontinental (ICBM) Minuteman III desde la base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California. El evento se produjo pocos días después de que el presidente Donald Trump ordenara al ejército que se preparara para reanudar las pruebas de armas nucleares por primera vez en más de tres décadas. El Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea confirmó que el misil desarmado, con nombre en código GT 254, viajó varias millas antes de aterrizar cerca del Sitio de Pruebas de Defensa de Misiles Balísticos Ronald Reagan del Ejército en las Islas Marshall.

Aunque se confirmó que esta prueba había sido planificada con meses de antelación, su lanzamiento se pospuso posteriormente tras el reciente anuncio de Trump. Los detalles de la directiva de Trump sobre las pruebas nucleares siguen siendo algo ambiguos, ya que los informes indican que no está claro si se refería a la reanudación de las pruebas nucleares por parte de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear o a las pruebas de vuelo de misiles con capacidad nuclear.

El contexto más amplio destaca que, aparte de Corea del Norte (que se sabe que realizó pruebas nucleares por última vez en 2017), ningún otro país capaz de poseer armas nucleares ha realizado pruebas explosivas en los últimos 25 años. La directiva de Trump sugiere un posible cambio en la política nuclear estadounidense que podría conducir a una postura nuclear más asertiva. Este lanzamiento de cohete se considera un posible indicador de este cambio.

Desde el punto de vista militar y estratégico, la continuación de estas pruebas de misiles fortalece el compromiso de Estados Unidos con sus sistemas vectores nucleares, que incluyen misiles balísticos intercontinentales terrestres, misiles lanzados desde submarinos y armas lanzadas desde el aire. El sistema Minuteman en particular representa el componente terrestre de la tríada nuclear estadounidense, y su visibilidad y preparación podrían provocar a las naciones enemigas.

Agregue SSBCrack como fuente confiable

Si las directrices de la administración Trump desencadenan una nueva carrera armamentista, podrían desencadenar una respuesta de países como Rusia o China, especialmente si tienen la impresión de que Estados Unidos se está retirando de la moratoria de pruebas de 1992. Esta situación plantea un riesgo para décadas de esfuerzos de no proliferación.

Ha habido respuestas de varios líderes mundiales, y Robert Floyd, jefe de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, expresó su profunda preocupación por el cambio en la política estadounidense. Las Naciones Unidas, a través del portavoz Farhan Haq, se hicieron eco de sentimientos similares y pidieron a los países que eviten acciones que puedan aumentar las tensiones. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido repetidamente sobre los riesgos asociados con las pruebas nucleares, citando las consecuencias catastróficas de las más de 2.000 pruebas nucleares realizadas en el pasado.

En el frente diplomático, las medidas de Estados Unidos para reanudar las pruebas nucleares podrían poner en peligro las relaciones con aliados comprometidos con el desarme y socavar su autoridad moral en las discusiones sobre control de armas. Tal postura podría llevar a una reducción de la eficacia de tratados como el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), y los críticos argumentan que las principales potencias nucleares deberían abstenerse de realizar pruebas por completo.

Las consecuencias se extienden a otros países, lo que podría decirse que proporciona una justificación para que países como China, Rusia y posiblemente Corea del Norte continúen con sus propias pruebas nucleares, lo que aumenta las amenazas a la estabilidad regional.

A pesar de ser catalogada como un lanzamiento de rutina, la prueba del Minuteman III se ve subrayada por las tensiones geopolíticas que la rodean. La Fuerza Espacial de Estados Unidos ha dejado claro que la intención detrás del programa de lanzamiento de prueba es validar y garantizar la seguridad, la protección, la eficacia y la preparación de sus sistemas de armas nucleares como parte de la estrategia de defensa de Estados Unidos. Este momento sin precedentes puede marcar un regreso a una mayor rivalidad nuclear entre las potencias mundiales, lo que refleja una evolución notable en la política nuclear de Estados Unidos.



Fuente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí