En las elecciones generales celebradas el miércoles, seguidas de cerca, el partido centrista holandés D66 surgió como el claro ganador, posicionando a su líder, Rob Jetten, como potencialmente el primer ministro más joven en la historia de Holanda, con sólo 38 años. Ahora que se han contado casi todos los votos, el D66 obtuvo aproximadamente el 18% de los votos, lo que significa que no puede ser superado por el ultraderechista Partido de la Libertad (PVV), liderado por Geert Wilders.
Según ANP, la agencia responsable de recopilar los resultados de los municipios de los Países Bajos, el D66 está a punto de iniciar las primeras discusiones en un proceso a largo plazo de construcción de coaliciones. Este proceso suele tardar varios meses, ya que el partido debe trabajar con al menos otras tres facciones para lograr una mayoría simple en la Cámara de Representantes de 150 escaños.
D66, que significa Demócratas 66 y fue fundado en 1966, ha logrado avances significativos en estas elecciones, triplicando su número de escaños de nueve a unos impresionantes 26. Las expectativas sugieren que el partido podría ganar un escaño residual, elevando el total a 27 escaños. El éxito del partido se atribuye a una campaña optimista que se basó en gran medida en mayores esfuerzos publicitarios.
Por el contrario, el PVV de Wilders enfrentó un apoyo cada vez menor y perdió una parte significativa del apoyo que le había permitido lograr una victoria sorpresa en las elecciones anteriores en 2023. Wilders había expresado su intención de liderar las negociaciones de coalición en caso de que su partido saliera victorioso, pero los principales grupos políticos han descartado en gran medida la cooperación con su facción de extrema derecha.
Los resultados electorales, que arrojaron una estrecha victoria para el D66, fueron tensos ya que los recuentos preliminares mostraron ventajas fluctuantes entre los partidos. La confirmación definitiva de los resultados se espera para el lunes, cuando se sumen al recuento los votos de los holandeses en el extranjero.
La campaña de Jetten enfatizó un retorno a una gobernanza progresista, dando prioridad a las iniciativas de energía verde destinadas a mantener los costos de energía bajo control, abordando la actual crisis de vivienda con planes de desarrollo urbano y mejorando el sistema de salud centrándose en medidas de prevención de enfermedades. Este enfoque en políticas progresistas marca un cambio con respecto a los desafíos de la administración anterior, que terminó en 2023 en medio de una crisis de asilo.
A medida que cambia el panorama político en los Países Bajos, todas las miradas están puestas en el D66 y sus posibles socios de coalición, mientras el país se prepara para un nuevo capítulo en la gobernanza liderado por Rob Jetten.



