Los líderes militares han iniciado un cambio significativo en la preparación operativa de la Guardia Nacional de los Estados Unidos. Los memorandos distribuidos este mes instruyen a las unidades de la Guardia Nacional en los cincuenta estados y territorios estadounidenses (excluido el Distrito de Columbia) a establecer «fuerzas de respuesta rápida» especializadas y entrenadas para responder a disturbios y disturbios civiles. Este hecho es parte de la estrategia actual de la administración Trump para fortalecer el papel del ejército en los asuntos internos, especialmente en la lucha contra la inmigración ilegal y la delincuencia urbana.
Los memorandos, firmados por el mayor general Ronald Burkett, director de operaciones de la Guardia Nacional, exigen que cada estado entrene un contingente de unos 500 soldados, para un total de más de 23.000 soldados en todo el país. A Washington, D.C., se le ha ordenado específicamente mantener un batallón de policía militar especializado con cincuenta soldados de la Guardia Nacional en servicio activo.
La directiva se basa en la visión más amplia del presidente Donald Trump de una presencia militar más sólida en las calles de Estados Unidos, un plan que desplegaría a la Guardia Nacional en entornos urbanos en medio de la oposición de los líderes demócratas. La nueva fuerza está diseñada para permitir una respuesta rápida; las tropas deben poder movilizar una cuarta parte de sus fuerzas en ocho horas, y todas las fuerzas asignadas deben estar organizadas en 24 horas.
El impulso detrás de estos cambios se remonta a una orden ejecutiva firmada por Trump en agosto que ordenó al Pentágono crear tropas listas para desplegar. Los memorandos de los oficiales militares, inicialmente reportados por The Guardian, dicen que estas unidades deberían estar operativas el 1 de enero de 2026. Familiarizada con las respuestas de emergencia tradicionales a los desastres naturales, la Guardia Nacional ahora está asumiendo un papel especializado con entrenamiento específico, que incluye técnicas de manejo de multitudes y el uso de armas no letales como pistolas paralizantes y gas pimienta.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, reconoció durante una mesa redonda en la Casa Blanca que la Guardia Nacional tiene múltiples opciones constitucionales para su despliegue. Sin embargo, la decisión de desplegar tropas en diferentes ciudades no está exenta de problemas legales. Los despliegues previstos para el área de Chicago están retrasados, limitados por una orden de la Corte Suprema de Estados Unidos. De manera similar, recientemente comenzó una demanda federal sobre el despliegue de tropas en Portland, Oregon.
Para facilitar la creación de estas nuevas unidades, la Oficina de la Guardia Nacional proporcionará el equipo necesario y entrenadores dedicados para garantizar el cumplimiento de los nuevos estándares operativos. Cada unidad de la Guardia Nacional debe presentar actualizaciones mensuales sobre su progreso en el cumplimiento de estos mandatos. Con estos acontecimientos, se espera que la Guardia Nacional desempeñe un papel cada vez más destacado a la hora de abordar los disturbios internos en los próximos años.
 
                