El senador demócrata Mark Kelly ha expresado su preocupación por los recientes ataques militares de la administración Trump en el Caribe, cuestionando específicamente las justificaciones legales dadas a los legisladores. En una entrevista con ABC News, Kelly relató una reunión con funcionarios de la administración Trump y dijo: «Estaban en un aprieto tratando de explicar esto. Teníamos muchas preguntas para ellos, tanto demócratas como republicanos. No fue una buena reunión. No salió bien».
La crítica de Kelly se extiende a los planes de posibles ataques terrestres en Venezuela, especialmente después del despliegue del portaaviones USS Ford en la región. Expresó escepticismo sobre la lógica detrás del traslado de un grupo de batalla, sugiriendo: “No se mueve un grupo de batalla desde donde estaba hasta el Caribe a menos que tenga la intención de intimidar al país o llevar a cabo operaciones de combate en Venezuela”. Afirmó además que tales acciones podrían poner en peligro la seguridad de Estados Unidos, argumentando que “iniciar una guerra contra Venezuela por lo que constituye una acción policial no tiene ningún sentido”.
Varios legisladores, junto con Kelly, piden más transparencia por parte de la administración Trump con respecto a la campaña militar. Si bien muchos republicanos han apoyado las declaraciones de la administración sin exigir información adicional, están surgiendo algunas voces disidentes dentro del partido.
El senador Todd Young ha expresado su deseo de obtener más detalles sobre la campaña. Hizo hincapié en la necesidad de que el Congreso participe significativamente en las discusiones sobre las consecuencias legales de las huelgas. “El Congreso no escucha lo suficiente, en ninguna forma, incluido un foro público”, señaló, abogando por un papel más asertivo a la hora de autorizar la fuerza militar y hacer valer las prerrogativas constitucionales.
Young también ha solicitado reuniones con el secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, para discutir más a fondo el asunto y ha solicitado audiencias de supervisión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Además, el senador Rand Paul ha unido fuerzas con el senador demócrata Tim Kaine en un proyecto de ley destinado a limitar la capacidad del presidente para declarar unilateralmente la guerra a Venezuela. Paul recurrió a las redes sociales para enfatizar la importancia de reafirmar que los poderes de la guerra recaen en el Congreso, no en el presidente.
A pesar de los crecientes llamados a una mayor supervisión, la mayoría de los miembros republicanos continúan apoyando las acciones del presidente. El presidente de Relaciones Exteriores del Senado, James Risch, dijo que no tiene planes inmediatos de celebrar audiencias sobre el tema. Señaló que ha sido informado sobre la situación y que se siente cómodo con la situación actual.
A medida que aumentan las tensiones y un número cada vez mayor de legisladores exigen transparencia, el debate en torno a las acciones del ejército estadounidense en el Caribe plantea importantes cuestiones sobre el equilibrio de poder entre el Congreso y el poder ejecutivo.



