El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una importante iniciativa diplomática en el Sudeste Asiático, firmando múltiples acuerdos comerciales durante su visita a Malasia como parte de un esfuerzo continuo para fortalecer los lazos económicos en la región. Los acuerdos tienen como objetivo abordar las preocupaciones sobre la actual guerra comercial con China y se centran principalmente en el área crucial de los minerales de tierras raras, que son esenciales para varias industrias de alta tecnología.
Los acuerdos de Trump con Malasia y Tailandia, aunque carecen de detalles detallados, tienen como objetivo fortalecer la cooperación en minerales cruciales. Estados Unidos busca reducir su dependencia de China, el mayor productor mundial de estos elementos esenciales necesarios para la tecnología, los automóviles, la electrónica y las aplicaciones de defensa. Los Memorandos de Entendimiento con ambos países subrayan un compromiso compartido para mejorar la cooperación en este sector crucial.
En un notable acuerdo con el gobierno de Malasia, Kuala Lumpur se ha comprometido a aumentar el acceso de Estados Unidos a sus minerales raros y al mismo tiempo facilitar el rápido desarrollo del sector junto con las empresas estadounidenses. Un acuerdo paralelo con Camboya abre de manera similar su mercado de tierras raras a Estados Unidos, ampliando aún más el impulso de Trump para la diversificación de recursos.
Los expertos sugieren que la participación de Trump podría servir para fortalecer las relaciones regionales y generar impulso para proyectos conjuntos y sostenibles en torno a minerales cruciales. Sin embargo, el delicado equilibrio de las relaciones de estos países con China sigue siendo una preocupación mientras gestionan su necesidad de autonomía estratégica mientras promueven los intereses estadounidenses.
El acuerdo con Malasia mantiene una tasa arancelaria del 19 por ciento pero permite exenciones para varias categorías, especialmente productos agrícolas. A cambio, Malasia se ha comprometido a mejorar el acceso al mercado para los productos estadounidenses, incluido el compromiso de comprar 30 aviones a Boeing, junto con un posible pedido de 30 más. Además, se prevén inversiones de aproximadamente 70 mil millones de dólares en Estados Unidos durante la próxima década, incluido el aumento de las importaciones de gas natural estadounidense.
A pesar de este progreso, persisten dudas sobre las características específicas de las exportaciones de semiconductores. Malasia, un actor importante en la fabricación mundial de semiconductores, representa una parte importante de su economía exportadora a través de este sector, y la falta de un acuerdo personalizado sobre aranceles crea una incertidumbre continua.
Se acordaron términos similares con Camboya, donde los aranceles estadounidenses se mantendrán en el 19 por ciento, mientras que se permitirán aranceles cero sobre las exportaciones estadounidenses. El acuerdo también facilita la inversión estadounidense en la exploración y extracción de minerales críticos en el país.
Vietnam firmó un acuerdo marco destinado a reducir los aranceles, evitando con éxito un fuerte aumento de las exportaciones al 46 por ciento. En este acuerdo, Vietnam también ofreció brindar acceso preferencial a productos estadounidenses y simplificar los desafíos regulatorios. Vietnam Airlines comprará 50 aviones Boeing, lo que refleja un sólido compromiso con la fabricación de aviación estadounidense, con planes para más acuerdos comerciales en el sector agrícola.
Siguen existiendo importantes incertidumbres en torno a la definición y el tratamiento de los bienes «transbordados», ya que muchas industrias vietnamitas utilizan componentes de China, lo que complica su cumplimiento de las políticas arancelarias estadounidenses. Además, los aranceles adicionales sobre categorías específicas, como los muebles, siguen afectando el comercio de Vietnam con Estados Unidos.
La visita de Trump también incluyó un acuerdo marco con Tailandia que propone exenciones del arancel del 19 por ciento para productos tailandeses, siempre que se eliminen casi todos los aranceles sobre las exportaciones estadounidenses a Tailandia. Este marco marca un paso importante hacia la mejora de las relaciones comerciales, incluida la compra de 80 aviones a fabricantes estadounidenses.
A medida que estos acuerdos se desarrollan, señalan un esfuerzo estratégico de Estados Unidos para fortalecer su presencia económica en el sudeste asiático y al mismo tiempo suavizar la influencia de China en los mercados de productos básicos de la región.



