UPS: El atractivo pero en peligro de extinción ‘Owl Parrot’ de New -Zeeland


El Kākāpō, un loro sin vuelo único e icónico de New -Zeeland, ha registrado durante mucho tiempo el interés de los científicos y los amantes de las aves. Conocido como el ‘loro de búho’, este gran pájaro se caracteriza por su gran cuerpo, alrededor de la cabeza y la cara distintiva de búho. Los machos de la especie pueden tener hasta 25 centímetros de largo y pesar casi 9 libras, lo que los convierte en las más pesadas de todas las especies de loros existentes. Es notable que Kākāpō sea también una de las aves sobrevivientes, con una vida estimada de hasta 90 años.

Viniendo del bacalao, Maud y las pequeñas islas de barrera frente a la costa de Nueva Zelanda, su kākāpō estrictamente vegetariana. Su dieta es estacional e incluye una variedad de alimentos como tubérculos, frutas, semillas, brotes de hojas, brotes jóvenes, hongos y musgo. Su comportamiento nocturno único se refleja en su nombre maorí, que se traduce en ‘Night Parrot’.

A pesar de su incapacidad para volar, Kākāpō se ha adaptado bien a su entorno y hábilmente en el suelo y en los árboles. Sus manantiales verdes esmeraldas manchados ofrecen un excelente camuflaje, para que puedan entrar sin problemas en el follaje de su Forestshabitat. Este ajuste inteligente les ayuda a evitar depredadores, con Kākāpō que a menudo se congelan en su lugar cuando detectan peligro.

Curiosamente, el kākāpō macho tiene un aroma distintivo, descrito como «dulce y vegetativo», que puede contribuir a sus parejas. Durante la temporada de apareamiento, las aves están preocupadas por un comportamiento inusual que se conoce como fuga. Los hombres crean una depresión en forma de tazón en el suelo para servir como una plataforma para atraer a las mujeres. Emiten dos sonidos diferentes de «auges» profundos y resonantes y «cortando» a menudo durante horas seguidas, con la esperanza de seducir a un compañero.

El Kākāpō ha tenido que lidiar con serias amenazas para su población como resultado de la actividad humana. Cuando los polinesios llegaron a Nieuw -Zeeland por primera vez hace unos 700 años, las aves comenzaron a despegar. La situación se deterioró durante la colonización europea a principios del siglo XIX, cuando la destrucción del hábitat y la introducción de especies de mamíferos invasoros, como ratas, gatos y brezales, Kākāpō empujaron al borde de la extinción. A principios de la década de 1900, la especie estaba casi barrida.

Afortunadamente, los esfuerzos de conservación comenzaron a tomar forma en la década de 1970 cuando se descubrió una población reproductora de alrededor de 200 kākāpō. Desde entonces, los conservacionistas se han comprometido a proteger las especies y trasladarlas a tres islas libres de depredadores donde podrían prosperar. Hoy en día, gracias a los esfuerzos continuos, alrededor de 242 Kākāpō permanecen en la naturaleza. Sin embargo, siguen siendo críticamente amenazados, con un riesgo considerable de extinción que se avecina. Los enfoques innovadores de su reproducción y preservación subrayan la importancia de los esfuerzos continuos para restaurar y proteger esta especie única para las próximas generaciones.



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