Una colaboración de investigación internacional ha descubierto hallazgos clave sobre una rara forma hereditaria de pérdida auditiva, que vincula las mutaciones en el gen CPD con la afección. Los hallazgos fueron publicados recientemente en el Journal of Clinical Investigation por científicos de la Universidad de Chicago, la Universidad de Miami y varias instituciones de Turkiye. El estudio no sólo descubre los mecanismos genéticos detrás de la pérdida auditiva, sino que también sugiere dos posibles estrategias terapéuticas para las personas afectadas.
El autor principal, Rong Grace Zhai, PhD, titular de la Cátedra Jack Miller para el Estudio de Enfermedades Neurológicas en la Universidad de Chicago, expresó su entusiasmo por el descubrimiento. «Este estudio es emocionante porque hemos encontrado una nueva mutación genética relacionada con la sordera y, lo que es más importante, tenemos un objetivo terapéutico que realmente puede aliviar esta afección», afirmó Zhai. Aunque la atención se centró principalmente en una combinación única de mutaciones de CPD encontradas en tres familias turcas no relacionadas con pérdida auditiva neurosensorial (SNHL), los hallazgos pueden tener implicaciones más amplias, especialmente con respecto a la pérdida auditiva relacionada con la edad.
Los investigadores comenzaron su investigación sobre el gen CPD después de notar que las tres familias turcas compartían una combinación inusual de mutaciones relacionadas con SNHL, una condición hereditaria que generalmente conduce a sordera permanente. La SNHL generalmente se diagnostica en la primera infancia y se reconoce que es irreversible; las intervenciones actuales, como los audífonos y los implantes cocleares, solo mejoran la percepción del sonido en lugar de reparar el daño subyacente.
Tras una investigación más exhaustiva utilizando bases de datos genéticas, el equipo descubrió que los individuos con varias mutaciones del CPD mostraban signos de pérdida auditiva temprana, lo que reforzaba la conexión entre el gen y la función auditiva.
Para profundizar en el papel del gen CPD en la audición, los investigadores realizaron experimentos con ratones. Descubrieron que la CPD produce una enzima crucial para generar el aminoácido arginina, que desempeña un papel importante en la producción de óxido nítrico, un neurotransmisor importante para la señalización nerviosa. Las mutaciones en CPD interrumpieron este proceso, lo que provocó un estrés oxidativo que provocó la muerte de las células ciliadas sensoriales sensibles responsables de detectar las vibraciones del sonido. Zhai destacó este hallazgo y señaló cuán crucial es el CPD para mantener niveles adecuados de arginina en las células ciliadas para una señalización eficiente.
Además, los investigadores utilizaron moscas de la fruta como modelo para investigar el impacto de las mutaciones del CPD en la audición. Las moscas con el gen defectuoso exhibieron un comportamiento consistente con una disfunción del oído interno. Para evaluar posibles opciones de tratamiento, el equipo probó dos enfoques: administrar suplementos de arginina para contrarrestar la deficiencia causada por la mutación genética y usar sildenafil (Viagra) para estimular una de las vías de señalización alteradas relacionadas con la reducción del óxido nítrico. Ambas estrategias demostraron eficacia al mejorar la supervivencia celular en células derivadas de pacientes y aliviar los síntomas de pérdida auditiva en las moscas de la fruta.
«Lo que hace que esto sea realmente impactante es que no sólo entendemos los mecanismos celulares y moleculares subyacentes para este tipo de sordera, sino que también hemos identificado una vía terapéutica prometedora para estos pacientes», dijo Zhai. Reiteró el valor de reutilizar los medicamentos aprobados por la FDA para tratamientos de enfermedades raras, destacando el potencial de nuevos enfoques terapéuticos.
Los investigadores planean ampliar su investigación sobre el papel de la señalización del óxido nítrico en el sistema sensorial del oído interno e investigar qué tan comunes son las mutaciones de CPD en poblaciones más grandes. Zhai formuló preguntas importantes: «¿Cuántas personas portan variantes en este gen? ¿Existe una susceptibilidad a la sordera o a la pérdida auditiva relacionada con la edad? En otras palabras, ¿es esto un factor de riesgo para otras formas de neuropatía sensorial?».
En la colaboración de investigación participaron varias instituciones, incluidas la Universidad de Ege, la Universidad de Ankara, la Universidad Yüzüncü Yıl, el Hospital Memorial Şişli, la Universidad de Iowa y la Universidad de Northampton (Reino Unido). Este estudio destaca tanto la complejidad de los factores genéticos que influyen en la pérdida auditiva como las posibilidades prometedoras para tratamientos futuros.



