Esta noche, los observadores de estrellas pueden esperar un evento astronómico fascinante, cuando una luna creciente se alinea maravillosamente con los planetas Marte y Mercurio poco después del atardecer. Este raro evento tendrá lugar en el cielo del suroeste, lo que lo convierte en una excelente oportunidad de observación tanto para los entusiastas de la astronomía como para los observadores ocasionales.
Al anochecer, la luna, que sólo está iluminada en un 6%, será visible a unos cinco grados sobre el horizonte. A la delicada media luna se une Mercurio, conocido por su brillo como la «estrella vespertina», que brilla prominentemente en la parte superior derecha de la luna. Marte, que se distingue por su tono rojizo, también estará presente, un poco más allá de Mercurio. Juntos, estos tres cuerpos celestes formarán una sorprendente alineación, con los tres posicionados dentro de unos 10 grados, aproximadamente del ancho de un puño cerrado sostenido con el brazo extendido.
La ventana de observación de este trío cósmico será corta y durará sólo aproximadamente una hora después de que el sol se oculte bajo el horizonte. Así que aquellos ansiosos por vislumbrar la alineación deberían encontrar un lugar con una vista sin obstáculos del cielo del suroeste para maximizar sus posibilidades. Esta fugaz oportunidad es única porque los cuerpos celestes pronto seguirán al sol hasta bien entrada la noche.
Para garantizar una experiencia valiosa, planificar con antelación es fundamental. Los observadores deben esperar hasta que el sol se haya puesto por completo para evitar interferencias de la luz diurna residual, que podría oscurecer el tenue resplandor de la luna creciente. Para aquellos equipados con binoculares o telescopios, este evento brinda una excelente oportunidad para examinar ambos planetas de cerca, que juntos podrían ser visibles dentro del amplio campo de visión de los binoculares estándar. Sin embargo, se recomienda precaución, porque mirar al sol, aunque sea brevemente, a través de instrumentos de aumento puede provocar daños oculares permanentes.
La luna creciente, que está a sólo unos días de su fase de luna nueva, será realmente difícil de detectar. La fina franja de luz puede mezclarse con el fondo oscuro, especialmente teniendo en cuenta la mínima iluminación. Esta dificultad añade una capa de emoción a los observadores del cielo, quienes deben estar bien posicionados en el momento adecuado para presenciar este espectáculo de corta duración antes de que la luna desaparezca de la vista.
El tiempo que tenemos esta noche para presenciar esta alineación celestial puede ser de corta duración, pero aún así la experiencia de presenciar un arreglo cósmico tan raro puede dejar una impresión duradera. Para aquellos que no pueden ver el evento, todavía hay buenas noticias: Mercurio se moverá gradualmente hacia la constelación de Escorpio durante los próximos días, mientras que la Luna continuará su fase creciente y se acercará al cuarto menguante el 29 de octubre. Esta noche, sin embargo, ofrece una oportunidad única de ver los tres objetos en notable armonía, lo que la convierte en un momento extraordinario tanto para los astrónomos experimentados como para los observadores ocasionales de estrellas.



