En una notable celebración de la cultura y los negocios, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el anfitrión de las festividades de Diwali en la Casa Blanca, invitando a una serie de destacados directores ejecutivos y funcionarios gubernamentales indio-estadounidenses el martes por la tarde. Este evento marcó un compromiso significativo entre la administración Trump y la comunidad indioamericana, demostrando una combinación de apreciación cultural e interacciones comerciales estratégicas.
Mientras el presidente de 79 años encendía diyas en la Oficina Oval, expresó sus más sinceros deseos de Diwali al pueblo de la India. En su discurso de bienvenida, Trump reconoció a los directores ejecutivos indio-estadounidenses presentes y los describió como «los mejores empresarios del mundo». Reconoció la representación multinacional en la sala y mencionó específicamente a Tulsi Gabbard, directora de inteligencia nacional y la primera mujer veterana de combate en el Congreso, quien, a pesar de su falta de herencia india, celebró su fe hindú.
Gabbard aprovechó la oportunidad para elogiar a Trump por sus esfuerzos por unir a comunidades diversas. “Hoy estás haciendo lo que hiciste durante tu tiempo en el servicio… reuniendo a personas de todo el país y de diferentes orígenes”, señaló. Además, destacó el significado del día, enfatizando que representa “la esperanza, la luz y la renovación” que proviene del amor divino.
Kash Patel, director del FBI e indio-estadounidense de primera generación, expresó su orgullo por ser parte de tal reunión y reflexionó sobre el viaje de inmigración de sus padres a los Estados Unidos. La celebración de Diwali contó con la participación de numerosos líderes empresariales indio-estadounidenses que hicieron promesas de inversiones sustanciales en la economía estadounidense. En particular, el director ejecutivo de Micron Technology, Sanjay Mehrotra, reveló planes para una inversión de 200.000 millones de dólares en fabricación e investigación de chips, que se espera cree 19.000 puestos de trabajo a nivel nacional.
Entre los otros asistentes destacados se encontraban Arvind Krishna, director ejecutivo de IBM, Shantanu Narayen, director ejecutivo de Adobe, y Nikesh Arora, director ejecutivo de Palo Alto Networks. Cada líder transmitió compromisos optimistas destinados a fortalecer la economía estadounidense a través de avances tecnológicos y la creación de empleo.
El evento también contó con la participación de varios funcionarios de origen indio dentro del gobierno, entre ellos Harmeet Dhillon, fiscal general adjunto para los derechos civiles, y Vinay Mohan Kwatra, embajador de la India en Estados Unidos, que estuvo allí para saludar en nombre del primer ministro Narendra Modi.
A pesar del ambiente festivo, la ocasión destacó un telón de fondo contrastante con el discurso político en torno a la inmigración. Históricamente, Trump ha enfrentado críticas por la postura de su administración sobre la política de inmigración, particularmente con respecto al programa de visas H-1B, que ha sido criticado por algunos políticos republicanos como perjudicial para los trabajadores estadounidenses. Sin embargo, no surgió ningún comentario de ese tipo durante las festividades de Diwali, donde el énfasis siguió siendo fuerte en las celebraciones culturales y económicas.
En las redes sociales, el evento provocó diversas reacciones, y algunas personas hicieron comentarios despectivos sobre las deidades hindúes, lo que refleja las tensiones actuales con respecto a la representación cultural en el discurso estadounidense. Sin embargo, la celebración de Diwali en la Casa Blanca fue una ocasión trascendental, que demostró un momento poco común de compromiso intercultural en medio de narrativas políticas en evolución.