En una medida que se espera que dé forma a las futuras relaciones entre Estados Unidos y China, el presidente Donald Trump expresó el miércoles optimismo sobre posibles acuerdos con el presidente chino Xi Jinping durante su próxima reunión en Corea del Sur. Trump indicó que las discusiones podrían cubrir una variedad de temas, incluida la reanudación de las compras de soja por parte de China y los posibles límites a las armas nucleares.
En declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, Trump enfatizó la importancia de abordar las compras de petróleo ruso por parte de China en medio de las preocupaciones actuales sobre las acciones agresivas de Rusia en Ucrania, ahora en su tercer año. «Creo que llegaremos a un acuerdo», dijo, sugiriendo que cree que Xi se ha vuelto más abierto a las discusiones encaminadas a poner fin al conflicto en Ucrania. “Ahora le gustaría (no estoy seguro de que así fuera al principio) querer que esa guerra termine”, añadió Trump, un comentario que difería del tono más agudo de sus negociadores comerciales que se dirigían a Asia.
El presidente también minimizó la importancia de las recientes restricciones de China a las exportaciones de imanes de tierras raras, calificando la situación como «una perturbación» y afirmando que los aranceles plantean un problema «más poderoso». Reconoció las presiones que enfrentan los agricultores estadounidenses debido a la importante caída en los pedidos de soja chinos e indicó que espera que se alcance algún acuerdo sobre el tema.
En cuanto a las armas nucleares, Trump dijo que el presidente ruso Vladimir Putin había propuesto un enfoque bilateral para reducir la escalada de los arsenales nucleares, sugiriendo que China podría participar en tales discusiones.
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, las economías más grandes del mundo, han estallado en las últimas semanas, y Trump anunció un arancel del 100% sobre ciertos productos procedentes de China. Este arancel entrará en vigor el 1 de noviembre, debido a los controles chinos a las exportaciones de metales de tierras raras.
Mientras tanto, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el Representante Comercial, Jamieson Greer, estaban de camino a Malasia para aliviar las tensiones sobre las restricciones a las exportaciones chinas. Bessent expresó la posición de Estados Unidos y afirmó que el régimen de licencias propuesto por China era “inviable e inaceptable”. Mientras ambos funcionarios buscaban allanar el camino para una atmósfera constructiva antes de la reunión entre Trump y Xi, elaboraron planes de contingencia, sugiriendo que podrían estar sobre la mesa sanciones adicionales si las negociaciones no arrojan resultados favorables.
Bessent y Greer instaron a un enfoque equilibrado, pero reiteraron la necesidad de que Estados Unidos recalibre su dinámica comercial con China. Greer enfatizó que las recientes acciones de China en materia de tierras raras contradecían compromisos previos de mantener suministros esenciales para las industrias de alta tecnología estadounidenses. Expresó su esperanza de que se pudiera lograr un nuevo equilibrio en relación con el comercio de bienes no sensibles.
Mientras Trump se prepara para reuniones en toda Asia (incluidos compromisos en Japón y en la próxima cumbre de la ASEAN), los funcionarios de la administración se concentran cada vez más en restaurar la estabilidad de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China y abordar los persistentes desafíos geopolíticos.