El presidente estadounidense, Donald Trump, ha reafirmado que la India está dispuesta a reducir sustancialmente las importaciones de petróleo ruso para finales de 2023, tras las garantías supuestamente dadas por el primer ministro Narendra Modi. Trump indicó que esta reducción será un proceso gradual, pero afirmó que India pretende reducir sus importaciones de petróleo ruso «a casi nada» para finales de año, una medida que calificó de significativa dado que casi el 40 por ciento de las importaciones de petróleo de la India provienen de Rusia.
Durante declaraciones a los medios desde la Oficina Oval durante una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump compartió ideas de una conversación reciente con Modi. «India me dijo, como saben, que iban a parar. Es un proceso; no se puede simplemente detenerlo. Pero para fin de año, no les quedará casi nada. Eso es algo importante», dijo Trump, elogiando a India por su cooperación.
Sin embargo, el diálogo en torno a las importaciones de petróleo indio tomó un rumbo diferente cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores de la India (MEA) respondió a las afirmaciones de Trump. El portavoz Randhir Jaiswal afirmó que no ha habido ninguna conversación telefónica reciente entre Modi y Trump sobre el petróleo ruso. Destacó que la última conversación entre los dos líderes tuvo lugar el 9 de octubre y se centró en las felicitaciones por el acuerdo de paz en Gaza.
Cuando se le acercó a Trump sobre la negación de la India durante una conferencia de prensa a bordo del Air Force One, se mantuvo firme. «Bueno, seguirán pagando muchos aranceles si así lo dicen, pero no creo que hayan dicho eso. No, hablé con el primer ministro Modi de la India y me dijo que no iba a tratar con el petróleo ruso», afirmó Trump. Advirtió además que si la India mantuviera su posición, se enfrentaría a aranceles significativos, que, según dijo, la India preferiría evitar.
La tensión actual sobre la política energética de la India se produce en medio de esfuerzos más amplios de Estados Unidos para reducir la dependencia global del petróleo ruso como parte de iniciativas destinadas a frenar la financiación de las operaciones militares rusas. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ya ha impuesto aranceles del 50% a productos indios seleccionados para alentar a Nueva Delhi a alejarse de las fuentes de energía rusas. A pesar de esto, India todavía cree que su estrategia energética tiene como objetivo estabilizar los precios del combustible y garantizar un suministro suficiente para su enorme y creciente población.
Las discusiones reflejan el complicado equilibrio que India está tratando de mantener en su política exterior, especialmente a medida que se intensifica el conflicto en Ucrania. Mientras Estados Unidos busca activamente limitar los recursos financieros de Rusia, India debe navegar en un panorama geopolítico complejo y al mismo tiempo satisfacer sus propias necesidades energéticas.