El recién nombrado Ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Toshimitsu Motegi, anunció el miércoles que el país está listo para aumentar sus capacidades de defensa frente a la dinámica de guerra cambiante y las crecientes tensiones regionales. El compromiso es especialmente importante ya que el presidente Donald Trump visitará Tokio la próxima semana para conversar con la recién electa primera ministra Sanae Takaichi, la primera mujer líder de Japón.
Takaichi, recientemente envuelta en disputas políticas internas, enfrentará desafíos diplomáticos cruciales poco después de asumir el cargo, incluidas sus reuniones con Trump y su participación en dos cumbres regionales. «Nos estamos preparando vigorosamente para la visita del presidente Trump», dijo Motegi, subrayando la importancia de la reunión para fortalecer la alianza Japón-Estados Unidos y construir un vínculo personal entre los dos líderes.
El Ministro de Asuntos Exteriores destacó la intención de Japón de fortalecer la cooperación con Corea del Sur y trabajar con aliados regionales como Australia y Filipinas, al tiempo que promueve relaciones estables con China. Japón se encuentra actualmente en medio de un plan de expansión militar de cinco años que se completará en 2027, que implica aumentar el gasto en defensa al 2% del producto interno bruto. Esta nueva estrategia se desvía de la postura pacifista tradicional de Japón y promueve una capacidad militar más ofensiva a través de sistemas de misiles de largo alcance.
Las preocupaciones aumentan por la alianza del partido gobernante con el derechista Partido de Innovación de Japón, que podría conducir a un mayor papel militar bajo Takaichi, quien ha mostrado tendencias agresivas en asuntos de seguridad. Motegi subrayó la necesidad de adaptarse militarmente a las formas contemporáneas de guerra, como los enjambres de drones presenciados durante el conflicto en Ucrania, y de mejorar las respuestas a las amenazas cibernéticas.
El Departamento de Estado está preparado para reevaluar el fortalecimiento militar de Japón durante este período de cinco años, y Motegi ha indicado su intención de comunicar estos planes de forma transparente a Estados Unidos. Mientras tanto, es probable que Trump presione a Japón para que aumente el gasto en defensa para alinearlo con los niveles de la OTAN, que alcanzan un máximo del 5% del PIB, junto con compras adicionales de equipo militar estadounidense y mayor apoyo financiero para los aproximadamente 50.000 soldados estadounidenses estacionados en Japón a través de un pacto de seguridad bilateral.
«Nuestra defensa nacional debe basarse en nuestra propia decisión independiente», dijo Motegi, enfatizando que la atención debe centrarse en la eficacia de las medidas de defensa en lugar de simplemente lograr un objetivo financiero. También expresó su deseo de reunirse pronto con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, para discutir mejoras en las capacidades de disuasión y respuesta dentro de la asociación Japón-Estados Unidos.
Motegi, quien anteriormente ocupó el cargo de secretario de Estado de 2019 a 2021 durante el primer mandato de Trump, obtuvo reconocimiento como un negociador formidable y ahora quiere monitorear de cerca el acuerdo arancelario en curso entre Japón y Estados Unidos. Expresó su compromiso de garantizar la “implementación sincera y constante” de este acuerdo para promover la seguridad económica y los beneficios mutuos entre las dos naciones.