La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EE. UU. (DARPA) se está embarcando en una iniciativa innovadora destinada a modificar los glóbulos rojos para mejorar el rendimiento y la supervivencia del personal militar que opera en entornos extremos. Esta iniciativa forma parte del programa Smart Red Blood Cells (Smart-RBC), que tiene como objetivo integrar capacidades avanzadas en las células sanguíneas.
El objetivo principal del programa Smart-RBC es desarrollar glóbulos rojos que puedan detectar de forma autónoma biomarcadores externos y responder liberando moléculas efectoras específicas. Este enfoque innovador tiene el potencial de transformar la forma en que los soldados se adaptan a condiciones difíciles, permitiéndoles mantener una funcionalidad óptima incluso bajo estrés severo.
Para lograr estos ambiciosos objetivos, DARPA está trabajando con varias instituciones de investigación y empresas del sector privado a través de su Oficina de Tecnologías Biológicas. Se ha publicado una convocatoria formal de propuestas, con fecha límite de presentación en noviembre. Los candidatos seleccionados tendrán la oportunidad de presentar sus conceptos en enero de 2026.
El programa se desarrollará en dos fases separadas, cada una de las cuales durará 18 meses. La primera fase se centrará en la incorporación y el mantenimiento de nuevas proteínas en los glóbulos rojos maduros. La segunda fase demostrará el alcance total de las capacidades mejoradas que proporcionarán estas células diseñadas.
Uno de los principales objetivos del programa Smart-RBC es investigar cómo estos glóbulos rojos modificados pueden alterar las respuestas fisiológicas del cuerpo al estrés y las lesiones. Mientras continúan con su función esencial de suministro de oxígeno, estas células «inteligentes» están diseñadas para detectar traumatismos, acelerar la coagulación y ajustar las funciones metabólicas. Esas capacidades podrían aumentar drásticamente la resiliencia de las tropas que se enfrentan a condiciones extremas, como grandes altitudes, temperaturas gélidas o entornos peligrosos, situaciones en las que el cuerpo normalmente tarda semanas en adaptarse.
Una consideración crucial en este proceso de desarrollo es que se deben eliminar todas las células modificadas, lo que significa que no tendrán núcleo. Se trata de una medida crucial para limitar los riesgos asociados a la transferencia de material genético alterado.
DARPA desea enfatizar que los avances resultantes de esta investigación podrían extenderse más allá de las aplicaciones militares y conducir potencialmente a avances en tratamientos médicos. Las aplicaciones potenciales podrían incluir procesos de curación más rápidos, mayor seguridad en las transfusiones de sangre y estrategias innovadoras para administrar medicamentos directamente a través de las células sanguíneas.
Al abordar las deficiencias de las soluciones existentes diseñadas para mejorar el rendimiento y la supervivencia humanos, que a menudo resultan lentas, poco prácticas y plagadas de efectos secundarios, el programa Smart-RBC de DARPA representa un importante paso adelante en el aumento de la resiliencia fisiológica en entornos desafiantes.