Terapia génica experimental Verve-102 se muestra prometedor para reducir el colesterol alto


Una innovadora terapia génica para el colesterol alto muestra una promesa considerable en los exámenes clínicos y se posiciona más cerca de la aprobación de las regulaciones. La terapia, conocida como Verve-102, se está investigando por su eficacia en personas que padecen hipercolesterolemia familiar (FH), un trastorno hereditario que resulta en lipoproteínas elevadas con niveles de colesterol de baja densidad (LDL). Además, el tratamiento se evalúa sobre sus beneficios potenciales para personas con enfermedad prematura de agentes de la corona de coronas (CAD), una condición en la que las arterias se están reduciendo, lo que impide la liberación de sangre rica en oxígeno en el corazón. CAD generalmente se clasifica como «prematuro» cuando ocurre para las mujeres y 55 para hombres antes de los 65 años.

Los pacientes que experimentan uno de estos trastornos requieren reducciones significativas y duraderas en el colesterol LDL. En un estudio clínico reciente, Verve Therapeutics, la compañía detrás de Verve-102, probó la terapia en 14 participantes con el diagnóstico de FH o CAD prematura. Los resultados indicaron que una dosis única de tratamiento condujo a una reducción promedio de LDL del 53%. En particular, los participantes que recibieron la dosis más alta tuvieron el impacto más notable, lo que logró una reducción sorprendente del 69% en los niveles de LDL.

Estos hallazgos provisionales se derivan de tres grupos de dosificación separados, todos los cuales informaron que Verve-102 fue bien tolerado. Es notable que no se registraron efectos secundarios graves relacionados con el tratamiento o desviaciones de laboratorio significativas, lo que fortalece aún más la confianza en el perfil de seguridad de la terapia.

Verve-102 utiliza una variante avanzada de tecnología CRISPR, conocida por su procesamiento de genes. A diferencia de las técnicas CRISPR convencionales que pueden introducir roturas de doble cadena en el ADN, lo que puede conducir a mutaciones no intencionadas, Verve-102 utiliza un método llamado «edición base». Este enfoque hace que la modificación precisa de los nucleótidos individuales sea posible en el ADN sin crear roturas de doble cadena. En particular, la terapia se centra en el gen PCSK9, que juega un papel crucial en la regulación del número de receptores LDL en las células. En el caso del funcionamiento anormal, como en los casos de FH – PCSK9 relega los receptores LDL antes de que puedan eliminar efectivamente el colesterol LDL del torrente sanguíneo, lo que lleva a su acumulación.

VE-102 se administra como una infusión intravenosa única durante dos a cuatro horas y tiene como objetivo inhibir la actividad de PCSK9, en particular en el hígado, donde se encuentran la mayoría de los receptores LDL. Los primeros datos muestran una reducción tanto en la actividad de PCSK9 como en los niveles de LDL en las semanas posteriores al tratamiento, con una actividad mejorada observada a dosis más altas.

La compañía planea agregar un cuarto grupo de participantes para pruebas adicionales, en particular dirigida a un rango de dosificación más alto. Estos nuevos temas son reclutados del Reino Unido, Canadá, Israel, Australia y Nueva Zelanda. Los informes provisionales indican que dos personas en este grupo ya se han sometido a tratamiento, con datos adicionales que se esperan a finales de este año. Verve Therapeutics también planea lanzar su próximo estudio clínico, incluidos pacientes estadounidenses, después de la reciente «designación de vía rápida» recibida de la Administración de Alimentos y Medicamentos, diseñado para acelerar el proceso de desarrollo y aprobación de la terapia.

En un desarrollo importante para la compañía, Lilly asumió en junio en junio, quien tiene como objetivo continuar con VEVE-102 a través de la tubería clínica. Ruth Gimeno, vicepresidente del grupo de Lilly, diabetes y desarrollo metabólico y desarrollo, expresó optimismo con respecto al potencial de la terapia, que establece que podría representar un cambio de paradigma en el tratamiento de la enfermedad cardiovascular de un manejo constante a una solución única.

Aunque las perspectivas para Verve-102 son alentadoras, las pruebas clínicas más grandes y más extensas serán esenciales antes de que pueda obtener la aprobación formal y pueda estar disponible para una demografía más amplia del paciente.



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